Crecimiento o decrecimiento Como lo señalamos (II)
en la entrega pasada, en diciembre de 2019 se dio a conocer que la economía de México tuvo un mal desempeño al cerrar, por primera vez en una década, con una contracción de 0.1%, y en 2020 cayera 8.2% de acuerdo a cifras del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi).
Sin embargo, hace unos días, de acuerdo a declaraciones emitidas dentro del informe desde Washington por la consejera económica y directora de Investigación Económica en el FMI, Gita Gopinath, señaló que en este 2021 nuestro país está presentando una recuperación en dos vertientes, una impulsada por las exportaciones y la otra por una demanda interna moderada, por lo que el Fondo Monetario Internacional (FMI) elevó su pronóstico de crecimiento positivo al 5%; pero matizó que el impulso será insostenible para el próximo lustro.
El crecimiento de la economía del país se calcula a través del PIB (Producto Interno Bruto) que incluye la producción total de bienes y servicios, y aunque su cálculo es bastante complejo, ya que lo producido por el país como son alimentos, artículos, tecnología, productos perecederos y no perecederos, así como los servicios que brindan los profesionistas como son dentistas, abogados, contadores, arquitectos, ingenieros, profesores, empresas, entre otros, se deben sumar.
Sin embargo, hay datos que no se incluyen en los bienes y servicios porque no se pueden contabilizar, ni conocer, hablando de bienes de autoconsumo. Dando así primero un porcentaje primero trimestral y después anual.
Como le dimos seguimiento a la evolución de la economía nacional desde el periodo postrevolucionario, ya en la administración del presidente Carlos Salinas de Gortari logró el retorno al crecimiento con el 3.90%, pero se vio empañado por un mal manejo de la paridad cambiaria peso-dólar, que no fue ajustada a tiempo.
Pasando así a Ernesto Zedillo Ponce de
León, quien contuvo esta crisis que le heredó su antecesor y logró crecer al 3.67%, por lo que al juntar este sexenio y con los de Vicente Fox Quezada y Felipe Calderón, sólo hubo un crecimiento del 2.50%, pero ninguno de ellos fue directamente responsable, ya Zedillo heredó la crisis de Salinas, a Fox le tocó lidiar con los efectos de la globalización, la crisis del Real brasileño, el efecto del ataque terrorista y la crisis argentina (El Corralito) y a Calderón le tocó la peor crisis mundial, la baja del petróleo, la inflación subió al 6.53%, aunado a la crisis europea.
Fue en el periodo presidencial de Enrique Peña Nieto que México sólo creció en un 2.41% del PIB, derivado del alto endeudamiento del sexenio, provocando una recesión en la economía.
En estos dos primeros años encabezados por Andrés Manuel López Obrador, 2019 y 2020, sólo se había dado un decrecimiento, en el primero de ellos del 0.1%, mientras que el año pasado, la falta de inversión y la pandemia por el Covid-19 arrojó un PIB del -8.2% anual, con cifras desestacionalizadas por su mayor caída desde hace 88 años, cuando se contrajo 14%.
Por lo que el informe de Gita Gopinath, directora del departamento de estudios del FMI, es alentador al resaltar que México observa una recuperación por exportaciones, así como la demanda interna moderada, por lo que resaltó que el avance esperado contrasta con la profunda caída de 8.2% que registró el PIB el año pasado por la pandemia (la cual no termina) e indicó: “si el programa de vacunación contra Covid-19 se acelera entre abril y junio con un mayor suministro de los biológicos, éste dará un soporte adecuado para los mexicanos y las empresas”.