El sexenio más sangriento
Un fin fundamental del Estado lo representa, el otorgar seguridad a la comunidad; esto es, seguridad pública, seguridad jurídica, seguridad alimentaria, seguridad profesional, seguridad económica y seguridad sanitaria (salud), lo que significa que la población viva en paz, con tranquilidad, con orden y sobre todo con crecimiento social, económico y político.
El día de hoy se cumplen cuatro años de la elección de Andrés Manuel López Obrador como presidente de México, la característica de su gobierno ha sido la inseguridad y violencia en la que vivimos, la intranquilidad y la angustia permanente, en este gobierno la política de “abrazos no balazos” es cuando más se han asesinado a muchos mexicanos, casi ¡122 mil en lo que va de su gobierno!
La violencia desatada en la que vivimos todos los días, tal parece que nos estamos acostumbrando y la delincuencia está presente en todos los estados de este país; lo mismo en Minatitlán, Coatzacoalcos, Veracruz, Michoacán, Jalisco, Chiapas, Zacatecas, en Guanajuato; Chihuahua recientemente y lo peor ya se da en el Estado de México: Ecatepec, Otumba, Texcaltitlán, más recientemente. México vive una violencia criminal que azota al país.
La semana pasada fueron masacrados dos sacerdotes jesuitas y un guía de turistas en la sierra tarahumara de Chihuahua; los sacerdotes Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, además del guía de turistas, Pedro Palma.
En el México de hoy, según el presidente electo con mayor número de votos en este país (¡30 millones!), se vive en la ley que manejan los delincuentes del crimen organizado, que usan la fuerza de las armas para imponer la ley del más fuerte; obvio que los narcotraficantes y criminales de la delincuencia organizada se sienten protegidos con la política de “abrazos y no balazos”, además sus derechos “porque también son seres humanos”; la política de estos grupos criminales es cada vez más cruel y desafiante con el propio gobierno.
El gobierno de AMLO ha renunciado al fin principal que es otorgar seguridad a la población, ha renunciado a hacer uso de su monopolio de la fuerza pública, pues a estos criminales no les importa masacrar a niños, mujeres, personas de la tercera
La semana pasada fueron masacrados dos sacerdotes jesuitas y un guía de turistas en la sierra tarahumara de Chihuahua; los sacerdotes Javier Campos Morales y Joaquín César Mora Salazar, además del guía de turistas, Pedro Palma.
edad y ahora hasta sacerdotes; con el actual presidente se alentó la inacción del gobierno, la impunidad a estos grupos que han demostrado que son superiores a la fuerza del Estado, actúan sin misericordia, a sus anchas, con una total libertad, pues saben y conocen que ni el Ejército, ni la policía federal, estatal y mucho menos la municipal, ni la Guardia Nacional, los van a enfrentar.
En México se vive la anarquía, se está imponiendo la ley del más fuerte, así la estrategia presidencial nos ha llevado a tener un ¡Estado fallido!... Hasta el papa Francisco lamentó la cantidad de asesinatos que se registran en México. Expresó su tristeza y consternación por los asesinatos de los sacerdotes jesuitas y del guía turístico, acciones cometidas por José “N” Portillo, alias “El Chueco”.
El papa Francisco textualmente dijo: “Expreso mi dolor y consternación por el asesinato en México de dos religiosos jesuitas y de un laico ¡Cuántos asesinatos en México, la violencia no resuelve los problemas, sino que sólo aumentan los sufrimientos innecesarios!”.
Hoy día, los mexicanos estamos a merced de los criminales y esto en cualquier país del mundo se llama: ¡Estado fallido!, ¿Dónde quedó el Plan de Seguridad que presentó AMLO al Senado y al que me referí en este espacio el pasado 20 de mayo?