SOMBRA TOTAL
PARA LAS CULTURAS MESOAMERICANAS DEBIÓ SER IMPACTANTE PENSAR QUE EL SOL PODRÍA DESAPARECER, EXPONE LA ASTRÓNOMA MEXICANA
“No se puede desmentir un mito”, apunta la especialista en astrofísica y divulgadora de la ciencia, Julieta Fierro, quien al conversar sobre los relatos en torno a los eclipses solares asegura que “podemos vivir con dos maneras de ver el mundo” y esto no es ni malo ni bueno, es normal, señala.
Este lunes México podrá contemplar la totalidad de un eclipse de sol; “un fenómeno celeste que causa admiración y cambia drásticamente el aspecto de los dos objetos más grandes que vemos en nuestro cielo: el Sol y la Luna”, refiere la NASA.
Algunos de los mitos en torno a este espectáculo natural refieren que durante el eclipse las mujeres embarazadas deben colocar un listón rojo en su vientre para evitar que sus bebés nazcan con una deformidad como labio leporino o paladar hendido.
“Para los mexicas, cuando había eclipse se decía que el sol era comido. Si muerdes una galleta y la ves de frente, pues vas a ver que a la galleta, que comúnmente es redonda, le falta un pedazo, una mordida (...) como el Sol comido”, explica la maestra en astrofísica en entrevista con El Sol de México.
“Entonces las mujeres embarazadas mesoamericanas pensaban que como el Sol está mordido, sus bebés podrían nacer con paladar hendido. Y con justa razón porque en México esa es una enfermedad endémica”, dice.
Sin embargo, Julieta Fierro comenta que en la actualidad los bebés pueden ser operados desde que están en el vientre materno para evitar estas problemáticas de salud.
“Entonces, para evitar que eso sucediera, las mujeres se colgaban una flecha de obsidiana en el vientre o se amarraban un listón rojo y lo mismo hacían con las plantas (...) incluso con los animalitos”.
EN ZONAS donde la sombra del eclipse será total también podrán observarse los planetas, las estrellas y hasta el curso del cometa Diablo
Julieta Fierro
La especialista agrega que este es sólo uno de los numerosos mitos que abundan sobre los eclipses solares. Compartió que en China, por ejemplo, se pensaba que un dragón se había comido al Sol y “para que lo escupiera había que hacer mucho ruido”. Estas creencias incluso llegaron a México con la navegación oriental.
“Entonces, por ejemplo, en el eclipse del 73 en Guerrero pues la gente salió con cacerolas a darles de golpes y yo me di cuenta inmediatamente que era una tradición milenaria que venía de la Nao de la China”.
Detalla que anteriormente, para las culturas mesoamericanas debió ser impactante “que se hiciera de noche” de un momento a otro y hasta se pensaba que el Sol podría desaparecer. Esto impulsó creencias como apagar todos los fuegos, romper las cacerolas y construir nuevos templos cada 52 años.
La astrónoma rechaza que los mitos
“Las personas pueden pensar de dos maneras diferentes al mismo tiempo. No se trata de desmentir, no es malo ni bueno, es normal”