Casas de empeño hacen su agosto
En comparación con el Montepío, negocios privados de empeño prestan más por una prenda, pero igualmente mayor es el interés que cobran a los pignorantes, alertó el presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco).
El presidente de la Cámara Nacional de Comercio (Canaco) de Pachuca, Juan Jesús Bravo Aguilera, reconoció que las casas de empeño privadas, en esta época del año, hacen su agosto.
Explicó que cientos de personas, muchas de ellas jefes o jefas de familia, acuden a ellas porque supuestamente les prestan más dinero por sus pertenencias.
Lo que no se dan cuenta, menciona, es que los intereses son mucho más altos, lo que convierte a la deuda en un asunto difícil de pagar.
“Lamentablemente, la necesidad las obliga a buscar dónde pueden otorgarles más dinero, para poder cubrir sus necesidades más fácilmente o más rápido”, argumenta.
Sostiene que por ello no solo en Pachuca, sino en todo el país, el número de casas de empeño privadas ha crecido notablemente.
Sostuvo que lamentablemente muchas ni siquiera están regularizadas, o bien, no cuentan con los permisos correspondientes para funcionar.
“Como ya ha pasado en algunos estados, en información que es del dominio público, desaparecen de un día para otro, o cambian de domicilio”, enfatizó.
Bravo Aguilera hizo un llamado a las hidalguenses para que no caigan en las redes de estos negocios, que terminan siendo verdaderos agiotistas “con espada desenvainada”.
Recordó que existen los llamados montepíos, que son de la asistencia pública, donde las reglas son diferentes, con más flexibilidad para los pignorantes.
Difícilmente llegan a perder sus pertenencias, que son su patrimonio de vida, porque les dan más facilidades.
Finalmente, hizo un llamado a los padres de familia para tener cuidado de dónde empeñan sus objetos de valor, debido a que prácticamente los pueden dejar en la calle, porque firman documentos.