ALIMENTACIÓN Y ENFERMEDADES RESPIRATORIAS
Las enfermedades respiratorias son todos aquellos padecimientos que afectan el sistema respiratorio y que van desde molestias en la garganta hasta enfermedades pulmonares graves. Pueden manifestarse a través de síntomas muy conocidos como obstrucción nasal, dolor de garganta, de cabeza, de oídos, fiebre y malestar general.
Son causadas por diversidad de elementos, aunque lo más común es que sea a través de infecciones bacterianas o víricas (que se transmiten a través de las gotitas de saliva o secreciones que una persona enferma arroja al toser) , así como causas ambientales, polución, alta exposición a tóxicos aéreos e incluso tabaquismo, como en el caso del cáncer de pulmón.
Un plan de alimentación saludable nos ayudará a tener las defensas en óptimas condiciones y a prevenir contraer enfermedades respiratorias.
Se ha comprobado que los cítricos tienen una función antihistamínica como la toronja, naranja, limón, mandarina y lima; los alimentos con alto contenido de azufre como el ajo y la cebolla ayudan también a disminuir la intensidad de los resfriados. El azufre actúa sobre la congestión nasal porque hace que disminuya una proteína llamada mucina. Por el contrario, la mucina puede verse incrementada por el consumo de lácteos, sobre todo en personas alérgicas o intolerantes a los mismos.
Sería conveniente tomar multivitamínicos para evitar resfriados y sus complicaciones si el paciente no lleva una dieta adecuada, o bien, si es propenso a contraer enfermedades respiratorias; si este no es el caso, bastará con ingerir dos frutas cítricas al día y una ración de oleaginosas (nuez, almendra, cacahuates, pistaches o pepitas).
Recuerde que el consumo de jugos de frutas no es saludable, es mejor consumir la fruta entera. Si se requiere tomar vitamina C, hay estudios que indican que suplementar con 500 mg diarios de esta vitamina ayuda a disminuir la incidencia de enfermedades respiratorias, o bien, reduce la duración de las mismas.
Según un artículo publicado respecto a la suplementación con vitamina E para la prevención de problemas respiratorios en adultos mayores ha tenido un efecto positivo en una buena parte de ellos; sin embargo, este efecto está supeditado a las características genéticas de las personas; por tanto, no todos se beneficiarán con la ingestión de esta vitamina. En cuanto a la equinácea disminuye la duración del resfriado y sus síntomas como el dolor de garganta; sin embargo, no lo previene. Esta planta actúa aumentando la concentración de macrófagos, células T y otros componentes del sistema inmunológico, debido a que contiene polisacáridos, flavonoides e isobutilamidas.
Los ácidos grasos omega 3 tienen una función antiinflamatoria, ayudando también a elevar la función de los glóbulos blancos, los cuales ayudan a combatir gérmenes en nuestro organismo. De preferencia deben consumirse frescos y de manera frecuente en la dieta. El atún, el pescado, la sardina y el salmón son buenas fuentes de ácidos grasos omega 3. Cumplir con el requerimiento diario de proteína también es importante. Estas nos brindarán una gran protección, ya que forman parte de anticuerpos. Las podemos encontrar principalmente en alimentos de origen animal y en leguminosas.
Por último, el zinc parece tener efectos favorables comprobados en infecciones respiratorias agudas que, a menudo, requieren hospitalización, como es el caso de la neumonía producida por neumococo (S. pneumonie), ya que inhibe la proliferación del mismo. Este nutriente lo podemos encontrar en mariscos, carnes rojas, lácteos y leguminosas, como lentejas o frijoles. Y recuerda que una alimentación adecuada te ayudará