Pondrán en marcha al auto ganador
Continúan con la herencia de la dinastía Herrera Yáñez
Héctor Herrera Castillo dijo: “Siempre hicimos excelente mancuerna, éramos como el dúo dinámico. Estuvimos y estaremos juntos”, sobre la herencia deportiva que le dio su padre Ángel Herrera Yáñez, al desempolvar e iniciar los trabajos de reparación del distinguido automóvil 88 Racing Tulancingo, con el que ganaron múltiples campeonatos.
Los recuerdos se remolinan cuando junto con su hermano, a quien también considera su maestro; quitaron la manta para descubrir ese motor y carrocería que conserva sus colores originales. “Fue un proyecto de tener un auto dentro de una categoría más alta que representara al autódromo y a la Rectificadora Yáñez en el año 2008, así iniciamos con la conversión del auto Golf hasta dejarlo en un auto de carreras de la categoría GT II.
“Fue en 2009 cuando iniciamos mi padre y yo la aventura de regresar a las pistas corriendo en el Campeonato Regional Bosques El Ángel Copa Turismo en la que siempre estuvimos en el podio”
De ese año a noviembre de 2012 obtuvimos siempre el primer lugar en la carreras nocturnas que se realizaban, dos por año, una en Tulancingo y otra en Pachuca. En diciembre de 2013 corrimos nuestra última competencia juntos, donde tuve la fortuna de que mi coequipero fuera Pepe Montaño, ex piloto de Nascar y oriundo de Tulancingo. También ganamos en Pachuca”. En ese año Ángel Herrera enfermó.
“Después de su deceso solo corrí dos carreras, una en Tulancingo, Hidalgo, donde tuve un falla mecánica por colisión de otro auto; dejé de correr por dedicarme de lleno a seguir con el legado de mi padre, el autódromo y el la rectificadora. Ahora gracias a Dios con más experiencia en el manejo de mis tiempos, regreso a las carreras con todo en tributo a mi padre”, sentenció Herrera.
Desde 2012 obtuvieron siempre el primer lugar en la carreras nocturnas que se realizaban