Nacido en un pueblo desolado El primer
Golpe de vida lo recibí al tocar el suelo /terminas como un perro que ha sido demasiado golpeado /hasta que pasas el resto de tu vida cubriéndote.
Escrita originalmente en 1981 como una balada, pensada como el tema principal para la película Light of day de Paul Schrader película que Springsteen pretendió estelarizar, es una de las canciones más importantes en la historia de denuncias desde la clase trabajadora, que significa la carrera de Bruce Springsteen, y también es una de las canciones más mal interpretadas.
La canción narra la historia de desilusión y desadaptación de un veterano de la guerra de Vietnam que a su regreso a los Estados Unidos no encuentra la manera de reintegrarse a una sociedad que lo rechaza, le obstruye la reincorporación a la fuerza de trabajo de la fábrica de su comunidad, le niega el apoyo del ejército que lo envió a pelear al otro lado del mundo… Me metí en un pequeño problema legal así que pusieron un rifle en mis manos me enviaron a tierras lejanas a matar al hombre amarillo
…para finalmente terminar en la cárcel. Reescrita de su formato original de balada, la canción fue grabada el 27 de abril de 1982, para ser publicada como el track inicial del álbum del mismo nombre, el 4 de enero de 1984. En esta versión explosiva, cada verso de la historia que narra “la crisis espiritual en la que el hombre queda perdido, con nada que lo una a la sociedad, aislado por el gobierno, aislado de su trabajo, aislado de su familia, al punto en que ya nada le hace sentido”, es interrumpido por un coro bombástico, de carácter nacionalista, que exalta en términos grandilocuentes las palabras Nacido en los Estados Unidos, Yo He Nacido en los Estados Unidos, logrando un contraste poético y estético muy eficiente de denuncia entre la visión de ese nacionalismo político que imagina un País fantástico que ignora las circunstancias cotidianas de la vida de la clase trabajadora, y el abandono del ciudadano común y corriente.
Atraído sólo por el coro, el periodista George Will, en agosto de 1984, propone al comité de reelección de Ronald Reagan usar la canción como himno de su campaña. Y aunque el management declina amablemente ceder los derechos de la canción para uso político, Reagan, en el discurso ofrecido en Hammonton, del 19 de septiembre 1984 dice: “el futuro de América esta en los miles de sueños dentro de sus corazones, en los mensajes de esperanza de las canciones de Bruce Springsteen…”, desatando una polémica en la que Springsteen se desmarca contundentemente.
En un mundo hipercomunicado, este fenómeno de apropiación conveniente, eliminando el contexto original del mensaje, se reproduce miles de veces todos los días, a través de las redes, generando una violencia semántica que por momentos logra lo que Reagan no logró: destruir el mensaje original en beneficio de una diatriba que acalla cualquier diálogo constructivo.
Comuniquémonos más allá del coro, aprendamos de la lectura de la historia. Es la única manera de sobrevivir en comunidad en medio de este aislamiento en el que nuestra exposición al mundo vive en el entorno de lo intangible.