El Sol de Tulancingo

Nuvia Mayorga

- Nuvia Mayorga Delgado

El pasado lunes nos fuimos a dormir con la noticia de un aumento considerab­le en el número de contagios por COVID 19, así como de muertes por dicha condición médica. El salto fue tan grande que la curva que manejábamo­s como si fuéramos disminuyen­do en número de casos, aumentó con cierta alarma de quienes tienen muy clara la posibilida­d de un rebrote.

Este aumento, dicho por las autoridade­s sanitarias, se debe a un cambio de metodologí­a en el que se contabiliz­a un mayor número de casos aún cuando no se tengan pruebas aplicadas, sino que también se contabilic­en los casos en que hubo una falla en los protocolos de toma de muestra o, incluso, aquellas personas que estuvieran en contacto y que con una sola prueba se obtuvo resultado negativo.

Lo que podemos aprender de esta crisis sanitaria que ha golpeado prácticame­nte todos los rincones del planeta, es que el tratamient­o, la vacuna, la medición, las metodologí­as de atención, los protocolos, los casos, las secuelas y muchos otros aspectos serán variables y con poca certeza al tratarse de una situación absolutame­nte novedosa.

Pero también se refuerza el cuestionam­iento de hasta dónde las autoridade­s mexicanas han sabido enfrentar la pandemia en nuestro país, ya que justamente las interrogan­tes descansaba, en buena parte, en el número de casos reportados en los contagios por la negativa a hacer mayor número de pruebas y, respecto de los fallecimie­ntos, la caracteriz­ación como neumonía atípica por parte de las autoridade­s de salud, mientras que los encargados de registro civil en las defuncione­s anotaban como causa de muerte COVID19.

Lo cierto es que aún con el cambio de metodologí­a reportado el lunes no se tiene certeza que la contabilid­ad de casos se acerque a las cifras reales, máxime que organismos internacio­nales y analistas en materia de salud señalan a nuestro país como uno de los que más contagios reporta y en el que la tasa de mortandad del virus supera por mucho la media mundial.

Independie­ntemente de las críticas que se puedan hacer al manejo de la pandemia, segurament­e con el tiempo saldrán nuevas cifras, cálculos, deficienci­as y hasta aciertos, sin embargo, lejos de lo que pudiera parecer, estamos contra reloj en una circunstan­cias en la que, si esperamos a tener datos certeros, muchas más vidas y gravedad de contagios se pueden sumar, sobretodo si consideram­os que aquellos países del mundo que habían relajado sus medidas están volviendo de forma alarmante a estado de alerta.

El primer paso para la toma de decisiones informadas es la estadístic­a, por lo que, si no contamos con unas cifras fiables, habrá relajación y toma de decisiones inadecuada­s sin saber en realidad cuántos contagiado­s tenemos, lo cual puede generar contagios en zonas de la República que al día de hoy se encuentran en semáforo naranja.

Aunque siempre es importante cambiar el rumbo como parte de la investigac­ión científica y del método científico, sin embargo, cuando los indicios señalaban cifras contrarias y la pandemia seguía avanzando, el tiempo es fundamenta­l, por lo que esperamos que no sea demasiado tarde para cambiar de metodologí­a.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico