COLUMNA INVITADA
Harris-Pence: El otro debate
En 1976 se llevó a cabo el primer debate vicepresidencial, curiosamente entre personas que buscarían infructuosamente la presidencia después, el republicano Bob Dole y el demócrata Walter Mondale. A partir de la elección de 1984 se llevan a cabo sin falta en cada elección, sin grandes sucesos ni cambios definitivos al rumbo de la contienda. Sólo se recuerda en 1988 cuando el republicano Dan Quayle comparó su experiencia a la que tuviera John F. Kennedy al ser candidato presidencial y el demócrata Lloyd Bentsen le reviró: “yo trabajé con Kennedy, y señor, usted no es un Jack Kennedy”. Quizás el llevado a cabo este 7 de octubre entre la senadora Kamala Harris y el vicepresidente Mike Pence, tampoco pase a formar parte de la memoria colectiva, mas, vale la pena tomar nota de algunas cosas que sucedieron en él.
Primero, ante la clara ventaja demócrata que en varias encuestas ya rebasa 10 puntos, el preocupante cierre del actual vicepresidente Pence en la misma línea de Trump sin comprometerse a aceptar una derrota. La característica más importante de la democracia es la transición pacífica del poder. Para los largos conteos derivados del voto por correo, los demócratas deberán prepararse jurídica y políticamente por lo que se prevé será una compleja transición del poder. El completo desprecio de los republicanos por la ley y las instituciones es más patente que nunca.
Sobre el debate, hay que reflexionar sobre la función de la comisión de debates presidenciales, que, si bien es independiente y había trabajado sin sobresaltos en las últimas décadas, fue completamente rebasada por la falta de respeto tanto de Trump como de Pence a las reglas acordadas previamente. Ver el proceso político norteamericano hace valorar a instituciones como el INE que tan profesionalmente organizan las campañas en México. Un botón de silencio para el moderador se hace cada vez más urgente, sobre todo tras el constante pedido de Harris: Señor vicepresidente, estoy hablando, permítame terminar.
En su momento más memorable, Harris tildó el manejo de la pandemia por el SARS-CoV2 del “peor fallo en la historia de cualquier presidencia norteamericana” así como recordó que “hubo un tiempo que nuestro país creyó en la ciencia”, mientras que Pence se anotó un par de puntos cuando logró distanciar a Harris de algunas políticas populares con el sector progresista del partido tal como lo hizo Trump con Biden, haciéndolos alejarse de la agenda progresista en salud pública y sustentabilidad.
Lamentablemente, sobre este debate más vale la reflexión sobre cómo subsanar los errores del presente para poder en un futuro ofrecer ejercicios de mayor valor programático y que permitan recuperar a Estados Unidos su papel como baluarte democrático de occidente. Hoy la pregunta quizás no sea quién será el ganador de la contienda, sino cómo éste y su compañera de fórmula lograrán resanar los daños en las instituciones políticas de nuestro país vecino y crear un ecosistema político democrático de nuevo.
EEl presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aún contagiado con coronavirus, dijo que no participará del debate presidencial de la semana próxima luego de que los organizadores decidieran hacerlo en formato virtual y sugirió una nueva fecha menos de una semana antes de las elecciones.
La campaña de Biden no tardó en anunciar que el exvicepresidente tampoco participará en el debate del
PARA RAETHER, Trump pide a sus seguidores vigilar las urnas con el fin de disuadir a la gente de votar, "pero no creo que funcione, vamos a ver niveles récord de participación"; 6.6 millones de personas ya emitieron su voto
DONALD TRUMP PRESIDENTE DE EU No perderé mi tiempo en un debate virtual. Eso no es debatir”
l último tramo de la campaña para las elecciones presidenciales en Estados Unidos se ha calentado con la caída de la economía, las protestas contra la violencia policial y el racismo, la nominación de una jueza conservadora para la Suprema Corte, la pandemia del coronavirus y el contagio de Donald Trump. Pero uno de los caballos de batalla del mandatario, el tema migratorio, desapareció de la agenda.
Tanto el equipo de campaña de Trump como el de su rival demócrata, Joe Biden, han hecho apenas alusión a la política migratoria o a México en los últimos dos meses, pues en este momento no son temas que interesen a los votantes, afirma Gricha Raether, líder de Democrats Abroad México, en entrevista para
Desde su campaña en 2016 y ya como presidente, Trump ha llevado a la práctica políticas de alcances no vistos antes contra millones de familias migrantes, además de una retórica xenófoba que le ayudó a llegar a la Casa Blanca y a mantener su base de seguidores.
Sin embargo, afirmó Raether, la pandemia cambió el discurso y las prioridades tanto del gobierno como de los demócratas.
“Fuera de la nueva caravana, que se mueve por Guatemala y se espera que llegue a México, por la pandemia dejaron de entrar y transitar personas que quieren entrar a Estados Unidos”, indicó.
Al principio “fue la separación de familias, el tratar de hacer de México tercer país seguro, el tratar mal a las personas y violar sus derechos en la frontera, pero a raíz de la pandemia la migración bajó. Más allá de que a los mexicanos nos interesa mucho el tema de migración, una reforma migratoria con sentido común, la realidad es 15 de octubre debido a la negativa de Trump a aceptar el formato virtual, y que en su lugar “encontrará un lugar apropiado para responder directamente a las preguntas de los votantes”.
GRICHA RAETHER DEMOCRATS ABROAD MÉXICO La pandemia, la economía, son temas tan importantes ahora que para ningún lado la migración está en los primeros lugares”
que no es uno de los temas principales que le interese ahora al gobierno americano”, destacó el portavoz de los demócratas en nuestro país.
“La pandemia, la economía, el cambio climático, las energías renovables, son temas tan importantes ahora para el gobierno americano, que para ninguno de los dos lados el tema migratorio está en los primeros lugares”, reconoció Raether.
En una entrevista con el canciller mexicano Luis Ernesto Derbez afirmó que gane quien gane la elección presidencial estadounidense, el gobierno de Andrés Manuel López Obrador deberá encarar una relación difícil. Sin embargo, Raether no comparte la idea.
“No creo que la relación se torne difícil, al contrario. Biden formará un gobierno profesional que va a tratar a México con dignidad, así como a los demás países latinoamericanos, y en vez de llamarlos ladrones violadores, narcotraficantes, que es lo que piensa Trump, los va a tratar con dignidad. Pero pensar que van a ser el tema número uno, pues no”.