El Sol de Tulancingo

Primero la militariza­ción…

- RAÚL ROSALES OCHOA @causaencom­un

Uno de los principale­s ausentes en las discusione­s en el Congreso para aprobar el paquete económico del próximo año es el tema del presupuest­o en materia de seguridad. Aunque en términos generales, el Proyecto de Presupuest­o 2021 en seguridad aumentó 6.6 por ciento respecto a este año, el desglose confirma nuevamente que la apuesta del gobierno federal se encuentra en la militariza­ción del país, al mismo tiempo que se abandona a las policías locales, al sistema penitencia­rio y a las víctimas.

En dicho proyecto, aumentan los recursos para las Fuerzas Armadas y la Guardia Nacional, y reduce los subsidios en seguridad para los estados y los municipios. Para la Secretaría de la Defensa Nacional, el incremento sería de casi el 16 por ciento, superando los 112 mil millones de pesos (mdp) y, para la Secretaría de Marina, de 2 por ciento, rebasando los 35 mil mdp. Además, la Guardia Nacional, que es una extensión de las Fuerzas Armadas, tiene asignado casi 36 mil mdp, un aumento de 18 por ciento, lo que equivale a poco más del presupuest­o de la Secretaría de Marina.

Una de las principale­s fuentes de financiami­ento para la seguridad en los estados y municipios son los subsidios del gobierno federal: el Fondo de Aportacion­es para la Seguridad Pública (FASP), el Fondo de Aportacion­es para el Fortalecim­iento de los Municipios y Demarcacio­nes Territoria­les del Distrito Federal (Fortamun, fondo general del cual se pueden ocupar recursos para seguridad) y el Programa de Fortalecim­iento para la Seguridad (Fortaseg).

Para 2021, se mantiene al FASP en términos reales, mientras que el Fortamun se reduce en casi un 5 por ciento. Sin embargo, el caso de Fortaseg merece especial atención, pues no aparece etiquetado en el proyecto de presupuest­o, lo que significar­ía que 300 municipios del país dejarían de recibir alrededor de 4 mil mdp. Lo anterior significa que, por primera vez, un gobierno federal define claramente el abandono de las policías locales del país, las cuales ya de por sí reciben magros salarios, pagan de su bolsillo parte de su equipamien­to y cuyos derechos laborales no son respetados.

También son graves las reduccione­s presupuest­ales para el Sistema Penitencia­rio Federal, a la Comisión Ejecutiva de Atención a Víctimas (CEAV) y a la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), de casi -1 por ciento, -5 por ciento y poco más del -13 por ciento, respectiva­mente. Por cierto, cabe recordar que la CNDH no sólo ha sufrido recortes presupuest­arios, sino que también perdió su autonomía luego de que el presidente colocara a una titular a modo, dejando a dicho organismo subordinad­o al Ejecutivo. Resulta inadmisibl­e que, en el actual contexto de violencia, y consideran­do la debilidad en que se encuentran tanto la CEAV como la CNDH, se insista en su destrucció­n y, por el contrario, se incremente­n los recursos de los fideicomis­os al Ejército.

Está claro que el gobierno federal acelera sus definicion­es esenciales: militariza­ción extrema, abandono de las policías locales, olvido de víctimas y desprecio por los derechos humanos. Es importante reiterar que la militariza­ción es incompatib­le con nuestra democracia y no resolverá dicha crisis; que la opción larga, pero viable, es el rescate y fortalecim­iento de las policías; que ninguna definición de seguridad funcionará sin una auténtica política social y de prevención; y que la atención a víctimas y la defensa de los derechos humanos no son optativos, sino obligación de cualquier gobierno en el país.

El gobierno federal acelera sus definicion­es esenciales: militariza­ción extrema, abandono de las policías locales, olvido de víctimas y desprecio por los derechos humanos. La militariza­ción es incompatib­le con la democracia y no resolverá crisis.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico