RESPETO, HASTA EN LA COCINA
El amor por la cocina que el chef Ricardo González Foyo heredó de su abuela La Yaya cuando era niño, le acompaña en su proyecto repostero Cardín, nombre que rinde honor al apodo que le dio su abuela. Una pastelería que destaca entre las que hay en la colonia Roma, en especial por su perseverancia, respeto e inclusión.
El sabor y cariño que hay en cada creación de Cardín está asegurado, pues el chef nos cuenta que son adictos a comer rico, por eso no sale a la venta lo que no les encanta. Además, se distinguen por elaborar pedidos personalizados que buscan el equilibrio entre sabor y diseño.
“Toda la comida es un reflejo de nuestra sociedad. A través de la comida se pueden conocer las circunstancias de un momento determinado. Y claro que se puede hacer activismo desde los sabores y la comida”, nos comparte Foyo.
RICARDO GONZÁLEZ FOYO
CHEF REPOSTERO CARDÍN
Las personas LGBT+ estamos en todos los sectores de la industria gastronómica. Deberían hacerse esfuerzos por mejorar las dinámicas de respeto e inclusión en los centros de trabajo, hay mucha homofobia y misoginia en las cocinas”. ALEJANDRO BROFFT SOCIO DE MIELMESABE Que la comunidad LGBT+ deje de ser vista como ese generoso y lucrativo pink market que muchos empresarios voltean a ver sólo por interés económico o por oportunismo”.
Cardín se declara una empresa LGBT+ y no sólo lo hace con palabras, durante todo el año realizan esfuerzos que apoyan a la comunidad, “Participamos creando productos de temporada donde se representa a la comunidad. Siempre tenemos al menos una galleta LGBT+ para 14 de febrero, Pride, Día de la Lucha Contra el VIH y Navidad. En algunas ocasiones hacemos mancuerna con alguna ONG o fundaciones LGBT+ y creamos un producto especial que ponemos a la venta para donarles las ganancias”, cuenta.
Desde hace poco más de cinco años,
Cardín hornea buena energía en forma de galleta para el mes del Pride; van decoradas con diferentes formas y personajes representativos de la comunidad LGBT+, como los osos.
A propósito de sus galletas, el chef González Foyo, explica que además de apoyar a la comunidad tratan de representar con estas figuras la libertad de asumir la belleza del cuerpo sin importar el peso o las medidas, por eso es un oso, porque es ternura y amor en un cuerpo que no necesariamente tiene que ser estéticamente delgado. Las galletitas llevan calzones y arnés que aluden a la libertad sexual y a no avergonzarnos de lo que somos.