Carolina Viggiano
Hace unas semanas, México se conmocionó con la tragedia de la Línea 12 del Metro, en la que perdieron la vida 26 personas y 79 más resultaron heridas. De acuerdo con el dictamen pericial emitido por la empresa noruega DNV-GL las causas del incidente fueron fallas estructurales derivadas de una deficiente construcción.
A 53 días de este terrible suceso, no hay ningún responsable detenido y poner en marcha nuevamente esta importante línea que brinda servicio a 4.5 millones de personas diariamente, tomará cuando menos un año.
Lo ocurrido en la línea 12, construida en 2012, denota la corrupción de quienes son integrantes del actual gobierno y que en nada ayudan al Presidente al no enfrentar su responsabilidad sobre el tema.
Lejos de transparentar el diagnóstico, deslindar responsabilidades y castigar a los culpables, la actitud de la Jefa de Gobierno Claudia Sheinbaum refleja el peso del patriarcado sobre sus hombros.
En lugar de demostrar que es una mujer con visión de Estado, su postura ha sido decir que solo el Ejecutivo Federal hablará del tema de la Línea 12 , mostrando su falta de criterio y autoridad, contrario a lo que se esperaría de quién dirige el destino de la capital del país que, además, es una de las ciudades más importantes de América.
No basta con que las mujeres lleguemos a un cargo de elección popular, debemos demostrar nuestra capacidad y visión para propiciar programas y acciones que impacten positivamente la vida de la sociedad.