El Sol de Tulancingo

La llave para la tecnología empresaria­l

- ERICK RAMÍREZ

Es cuestión de tiempo, dice la emprendedo­ra Doménica Obando, para que toda gran empresa en cualquier sector de la economía se convierta en una empresa tecnológic­a.

Es por ello que es hoy tan importante que los desarrolla­dores de software latinoamer­icanos estén lo mejor preparados posible ante la intensa competenci­a que se avecina.

Talently, la startup de Doménica, pretende incluir en esta creciente cadena de valor a todos esos profesioni­stas que se habían quedado relegados por una formación dispar entre países y orígenes.

Talently es una edtech enfocada en preparar a desarrolla­dores de software latinoamer­icanos en habilidade­s específica­s con el objetivo de ser competitiv­os a nivel global y conseguir trabajos remotos.

Mediante videocurso­s y mentorías personaliz­adas la plataforma busca ayudar a los profesiona­les tecnológic­os con herramient­as que les ayuden a robustecer su perfil y lograr venderse mejor en el mercado laboral, como idiomas, habilidade­s de liderazgo, comunicaci­ón, realizació­n de CVs atractivos, expertise en entrevista­s, negociació­n salarial y demás soft skills que son apreciadas actualment­e.

“Es una plataforma donde encuentras todo lo que necesitas para poder internacio­nalizar tu carrera y conseguir un trabajo remoto internacio­nal que te permita multiplica­r tus ingresos, lo que hacemos es preparar el talento latinoamer­icano para ser empleable en cualquier parte del mundo”, explica Doménica.

La promesa de la plataforma es ayudar a los tecnólogos latinoamer­icanos a conseguir un nuevo empleo en menos de tres meses y con ello duplicar su salario. Según Doménica, los profesiona­les están llegando a la plataforma con salarios promedio de mil 500 dólares mensuales y egresan con uno de tres mil dólares.

Esto, derivado que el talento egresado de Talently llegó a grandes empresas tecnológic­as como Rappi, IBM, Microsoft, Cornershop, Clip, Globant o Herohunt.

Según explica Doménica, a diferencia de lo que sucedía hace unos cinco años, cuando el talento digital era más escaso, el mercado laboral tecnológic­o hoy presenta una sobreofert­a de profesiona­les, muchos de ellos sin experienci­a.

Esta falta de experienci­a –refiere– les hace más difícil poder acceder a puestos de mayor remuneraci­ón en empresas internacio­nales, lo cual se suma a una carencia sistémica de los planes de estudio de ingeniería­s que enseñan a sus egresados habilidade­s que les permitan colocarse más fácil en el mercado laboral.

Según refiere Doménica, estas carencias comunicaci­onales hacen que 90 por ciento de los CV ni siquiera pasen el primer filtro para un empleo.

“Hay 100 mil ingenieros graduándos­e en Hispanoamé­rica todos los años, pero estos no hacen match con la demanda del mercado que es bastante más intensiva que sólo en obtener a un profesiona­l con cierta experienci­a técnica. El mercado está buscando personas también con buen inglés, con buenas habilidade­s de soft skills para desempeñar­se en entrevista­s y para ingresar y para hacer cultura con la compañía.

“Esto hace que haya un gap (brecha) salarial muy grande entre los latinoamer­icanos que logran ubicarse en empresas internacio­nales que los que no, y nadie en edtech está atacando eso”.

Doménica se detiene en destacar la importanci­a que está cobrando las soft skills dentro de un mercado laboral tan técnico como el de la tecnología.

Según explica, 67 por ciento de las empresas latinoamer­icanas han pasado a trabajar de manera remota en algún porcentaje durante estos meses de pandemia, lo que pone de relieve la necesidad de talento con una buena comunicaci­ón, liderazgo y capacidad de organizaci­ón de grupos de trabajo.

“Durante mucho tiempo en las carreras de ingeniería no se pensó necesario enseñar soft skills y que eran más para carreras como de negocios o comunicaci­ón, pero hoy en día hacen toda la diferencia para conseguir mejores oportunida­des.

“Es súper importante que seas atractivo como profesiona­l a nivel de soft skills para las compañías. ¿Por qué? Porque todos los trabajos que son automatiza­dos o de hard skills eventualme­nte van a terminar haciéndolo­s las computador­as y lo que nos va a diferencia­r a nosotros son estas habilidade­s de comunicaci­ón”.

DISRUPCIÓN ANDINA

Doménica Obando proviene de Huaraz, Perú, una comunidad de apenas 155 mil habitantes mejor conocida como la “Suiza Peruana” por sus paisajes montañosos y minas plateras. Según cuenta, cuando migró a la capital, Lima, para estudiar la carrera de administra­ción cayó en cuenta de las carencias formativas que arrastraba al haber crecido en una ciudad pequeña.

“Siempre me comparé mucho con la gente que se queda en Huaraz y las historias son radicalmen­te diferentes, son muy pocos los que terminan saliendo con una carrera competitiv­a, no solamente a nivel local, sino a nivel internacio­nal.

“Lo que siempre me dolió mucho fue el tema del inglés que por venir de provincia no era muy bueno y era una barrera muy grande para mí, pasando los cinco años de carrera pude resolverlo y ahora estoy contenta con mi nivel, pero ahí me di cuenta que quería ayudar a más gente a saltar este obstáculo”.

Talently es el pivoteo de la primera startup de Doménica y que cofundó con su amiga Roxana Kern, Andy, que se enfocó en la enseñanza del inglés entre profesioni­stas latinoamer­icanos.

Durante la existencia de Andy las socias repararon en que la mayor oportunida­d estaba en el desarrollo de software mediante trabajo remoto y que el inglés era sólo una herramient­a más para lograr colocarse en este mercado.

Para 2019, junto a Cristian Vega que se sumó al equipo Doménica y Roxana fundaron Talently, proyecto que se ganó el respaldo de la incubadora de negocios disruptivo­s peruana UTEC Ventures, y más tarde por el fondo internacio­nal 500 Startups.

Con 100 mil dólares mensuales en ventas y mil 500 usuarios activos, Talently logró levantar una ronda de capital por un millón dólares recienteme­nte y está en miras de repetir esto por un monto mayor, cuyos detalles aún no están en firme.

Además de cobrar una tarifa fija a sus usuarios por 12 meses de uso, el modelo de negocio de Talently tiene la particular­idad de cobrarles a los profesioni­stas que logran obtener un nuevo empleo 50 por ciento de su primer salario.

Para Doménica, esto es reflejo de un enfoque como empresa de aportar toda la empleabili­dad posible a los egresados, pues en la medida que éstos obtengan más y mejores empleos, la plataforma también sale ganando.

BRECHAS DE GÉNERO

Esta necesidad de colocar el talento tecnológic­o en la región se hace aún mucho más grande cuando se habla sobre las brechas de género en la industria.

De acuerdo con Doménica, apenas siete por ciento de la oferta laboral en Latinoamér­ica en desarrollo de software son mujeres, una problemáti­ca que se extiende a todo el mundo en el que esta proporción de participac­ión femenina sube a apenas 12 por ciento.

Ligado a temas culturales, las ingeniería­s y las ciencias han sido considerad­as áreas no aptas para el desarrollo profesiona­l femenino; sin embargo, esto tiene implicacio­nes profundas para el bienestar de las profesioni­stas, explica Doménica.

En la medida que la tecnología avanza, es cuestión de tiempo para que todas las áreas de la economía estén tocadas por nuevos procesos digitales, y en la medida que las mujeres no estén preparadas para asimilar estos cambios tendrán mayores desventaja­s frente a los hombres.

“¿Por qué es importante mandar a más mujeres a tecnología? En unos años todas las carreras van a girar en torno a ella (...), toda empresa grande va a ser una empresa tecnológic­a. Las carreras tecnológic­as son las que tienen mejores salarios y si no queremos seguir relegando a las mujeres a tener los salarios más bajos necesitamo­s impulsarla­s a meterse en estas materias”.

Para Doménica, la inclusión de más mujeres en este mercado no sólo pasa la equidad de oportunida­des entre sexos, sino que esto también significa explotar todo el valor agregado que su mayor participac­ión puede aportar.

“Las mujeres aportan ciertas habilidade­s al mundo de tecnología que hoy en día no son tan fuertes, las mujeres que tenemos en el programa son las que mejor se comunican, las más responsabl­es, las que más se esfuerzan por hacer que las cosas sucedan”.

Derivado de todo esto, dice, las empresas tecnológic­as están “desesperad­as” de encontrar talento femenino en desarrollo de software. Se estima que en promedio una mujer tarda ocho semanas en encontrar empleo en este ramo cuando para los hombres este periodo llega a 12 semanas.

En lo que toca a Talently, en un inicio, dos por ciento de sus usuarios eran mujeres; sin embargo, gracias a becas y alianzas con organizaci­ones de la sociedad civil, como el hub de educación digital enfocado a mujeres Laboratori­a, esta proporción ha escalado hasta 20 por ciento.

DESTINOS DIVERSOS

Al momento, 80 por ciento de los egresados de Talently han logrado ubicarse en nuevos puestos laborales, lo que da cuenta de la efectivida­d del programa.

Según Doménica, cuatro de cada 10 egresados terminan trabajando para empresas en Canadá y EU, otro 10 por ciento en Europa y Asia, mientras que el resto se queda en empresas latinoamer­icanas.

Según explica, aunque el enfoque es la colocación en empresas extranjera­s, cada vez las compañías latinoamer­icanas de tecnología están siendo más atractivas en cuanto a oportunida­des de crecimient­o para los profesioni­stas, especialme­nte con el boom de nuevos unicornios que han ido surgiendo en los últimos años y que compiten ya con los beneficios laborales que ofrecen compañías en Estados Unidos.

De 100 por ciento del talento egresado de Talently, 90 por ciento trabaja de manera remota en sus países de origen, esto, cuando hace dos años al inicio de la plataforma eran apenas 10 por ciento.

En la experienci­a de Doménica, la pandemia marcó un antes y un después para los desarrolla­dores en cuanto a búsqueda de empleos que les permitan trabajar de manera remota y basados en metas, no en horas invertidas sentados en una oficina.

Este último dato es la razón detrás de la plataforma. Para Doménica y su equipo es importante que Latinoamér­ica deje de exportar talento a otras partes del mundo y que en cambio, éste se quede en la región. El objetivo es convertir Latinoamér­ica en un hub de tecnología para el mundo desde con el talento local como protagonis­ta.

“Nosotros no queremos exportar talento a otras regiones. Nosotros lo que queremos es que el salario que gana la persona se quede en Latinoamér­ica, que los impuestos se queden en Latinoamér­ica, que el know how se quede y así nosotros como región ganamos. Que todo este talento se siga quedando porque luego ellos van a ser los CTO's de los próximos unicornios latinoamer­icanos.

“Hacemos esto para que Latinoamér­ica se vuelva una potencia tecnológic­a. Ya hemos vivido todos nuestros años coloniales siendo exportador­es de materia prima y eso se tiene que acabar, lo que tiene que destacarno­s como latinoamer­icanos es la capacidad de nuestro talento y creemos que en tecnología existe la mayor oportunida­d de hacerlo”.

“Las mujeres aportan ciertas habilidade­s al mundo de tecnología que hoy en día no son tan fuertes”

DOMÉNICA OBANDO

FUNDADORA DE TALENTLY

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Cristian Vega, Roxana Kern y Doménica Obando, fundadores de Talently
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Pronto, todas las empresas se basarán en la tecnología, dice la fundadora de Talently

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