Un comando asesina al presidente de Haití
“Mercenarios” entran a su casa y lo acribillan; su esposa resulta herida; el primer ministro toma el control y temen escalada de violencia
PUERTO PRÍNCIPE. El presidente Jovenel Moïse fue asesinado a tiros por hombres con armas de gran calibre en su residencia privada durante la madrugada en un “acto inhumano y barbárico”, lo que provocó la condena internacional y el temor de una escalada de la violencia en la empobrecida nación caribeña.
El asesinato coincidió con una ola de violencia y secuestros de pandillas en Puerto Príncipe, avivada por una grave crisis humanitaria y por el caos que ha llevado a muchos distritos de la capital a convertirse en zonas prohibidas.
El primer ministro interino, Claude Joseph, asumió el poder Ejecutivo y declaró el estado de emergencia, que le da poderes extraordinarios, en medio de la confusión sobre quién tomaría las riendas del país.
Por la noche, los presuntos "mercenarios" fueron "interceptados en Pelerin", dos de ellos fueron capturados y cuatro abatidos, indicó la Policía Nacional..
Testigos señalaron que la capital estaba tranquila y que no se veían fuerzas de seguridad patrullando.
La esposa de Moïse, Martine Moïse, recibió un disparo en el ataque que tuvo lugar alrededor de la 1 de la madrugada hora local y estaba en estado crítico y recibiendo tratamiento médico en Miami, dijo el embajador de Haití en Washington.
Las autoridades del país, donde la mayoría habla francés o creole, dijeron que los pistoleros hablaban inglés y español, y parecían ser extranjeros.
El embajador de Haití en Estados Unidos, Bocchit Edmond, confirmó que los pistoleros se identificaron falsamente como agentes de la Administración de Control de Drogas de EU (DEA) cuando ingresaron a la residencia de Moïse, y dijo que eran mercenarios “profesionales”.
Mucha gente en Haití quería que Moise dejara el cargo. Desde que asumió en 2017, enfrentó pedidos de dimisión y protestas masivas, primero por acusaciones de corrupción y su gestión de la economía, y luego por su creciente control del poder.
Exembajador de Francia en Haití, Didier Le Bret, dijo a The New York Times que la situación en Haití se había vuelto tan volátil que “muchas personas estaban interesadas en deshacerse de Moise”.
El país se encuentra políticamente dividido y enfrenta una creciente crisis humanitaria y escasez de alimentos, por lo que se teme un desorden generalizado. República Dominicana dijo que estaba cerrando la frontera que comparte con Haití en la isla La Española.
Líderes de Estados Unidos, América Latina y el mundo condenaron el ataque. El presidente Joe Biden calificó como muy preocupante la situación y dijo que “estamos listos para ayudar”.
Su gobierno también exhortó a mantener las elecciones presidenciales y legislativas del 26 de septiembre. Joseph prometió más tarde respetar el calendario.
Por su parte, el jefe de la diplomacia de la Unión Europea, Josep Borrell, alertó sobre el riesgo de desestabilización y una espiral de violencia.
El Consejo de Seguridad de la ONU llamó a una reunión a puerta cerrada para hoy, solicitada por Estados Unidos y México, para evaluar la situación.
El asesinato de Moise, exitosos empresario y exportador de plátano convertido en político, ocurre en un vacío de poder. Había gobernado por decreto durante más de un año después de que el país no celebró elecciones legislativas. Moise mantenía que su gobierno duraba hasta el 7 de febrero de 2022; otros afirmaban que terminaba el 7 de febrero de 2021.
El lunes, el mandatario había anunciado el nombramiento de un nuevo primer ministro, Ariel Henry, de 71 años, encargándole “la formación de un gobierno de base amplia”. A pesar de ser próximo a la oposición, el nombramiento no fue bien recibido entre sus filas, que continuaron exigiendo la dimisión del presidente.
El país de 11 millones de habitantes, la nación más pobre del hemisferio occidental, ha luchado por lograr la estabilidad desde la caída de la dictadura de Duvalier en 1986 y ha vivido una serie de golpes de estado e intervenciones extranjeras.
En los últimos años, ha sido golpeado por desastres naturales y todavía tiene las cicatrices de un gran terremoto en 2010.
BOCCHIT EDMOND EMBAJADOR DE EU "Fue un ataque bien planificado y de profesionales, tenemos un video y creemos que eran mercenarios (...) se hicieron pasar por agentes de la DEA”