Una excusa tardía y cínica
¿Usted le cree al ministro Zaldívar? Yo no. En forma tardía y cínica, la semana pasada salió a rechazar la iniciativa del Congreso para alargar su periodo como Presidente de la Suprema Corte de Justicia, dos años.
Lo podía haber hecho de inmediato cuando, un diputadete del Partido Verde, Bolaños Cacho, salió con la inconstitucional propuesta que, por supuesto, aceptaron todos sus pares y la mayoría morenaca. Sucedió hace poco más de cuatro meses y, a Zaldívar, le tomó todo ese tiempo retractarse de lo que, a todas luces, era su intención de alargar su encargo. La culpa es del capricho de AMLO, quien desde el aberrante púlpito mañanero insistía en que solo Zaldívar podía concretar la Reforma al Poder Judicial, que “acabará con toda la podredumbre y la corrupción”. En su cantinela matutina se dedicó a tachar de lo mismo –corruptos-, al resto de los ministros de la Corte y a insistir –con la necedad que lo caracteriza-, en que solo su protegido podía darle la vuelta.
Lo tenían planeado. Pusieron a Bolaños –aspirante a la sucesión de la gubernatura de Oaxaca- a que les hiciera el “favorcito” de la iniciativa. De provenir de morena habría despertado suspicacias.
¿Lo sabía Arturo Zaldívar? Ni duda cabe. El ministro que acude, un día sí y otro también, a dialogar con el Ejecutivo, es inconcebible que fuera ajeno al “regalo envenenado”. El endiosamiento de estos próceres de la 4T les nubla la vista, a extremos de pensar que viven en un coto en el que pueden hacer y deshacer, sin mayor cuestionamiento.
De poco sirvieron las voces que se alzaron de eminentes juristas, asociaciones y colegios de abogados, magistrados y jueces, atónitos frente a la transgresión. López y Zaldívar siguieron por el mismo camino, hasta que reventó la rebelión en el Tribunal Federal Electoral y, cinco magistrados bajaron de su sitial a José Luis Vargas, el conocido como “magistrado Billetes”. Fue aquí cuando el ministro decidió dar marcha atrás.
Sabía que sus pares podían hacerle otro tanto y con ello se aniquilaría una carrera judicial que, hasta la llegada del tabasqueño a Palacio, había sido distinguida. ¿Cómo fue posible que un jurista de batalla, echara en saco roto la experiencia positiva de vida?
La marcha atrás en la intención de alargar el periodo, difícilmente le devolverá la confianza de la esfera judicial y de la sociedad.
Por lo pronto el Poder Judicial está golpeado hasta la médula, para desgracia de un México urgido de justicia. Un ángulo más de la erosión y destrucción de instituciones y Poderes, promovida por los deseos obtusos y autoritarios de López Obrador.
Se dice que hay una confrontación entre Arturo Zaldívar y el director jurídico de Presidencia, Julio Scherer, por el control del máximo órgano de justicia, en el 2024. Intereses creados y ambiciones desbocadas de dos personajes, de los que pongo en duda la mínima verticalidad y ética. Sus acciones los exhiben.