Actividad paranormal
Mover objetos con sólo pensarlo ha sido tema de estudios y creencias desde que tenemos uso de razón y se le llama telequinesis. Pagar un boleto en una feria para ver a un hombre o mujer que con sólo pensarlo podía hacer que las cosas se movieran era simplemente mágico. Hoy, la Administración de Medicamentos y Alimentos (FDA, por sus siglas en inglés) en Estados Unidos acaba de dar permiso para que una empresa realice pruebas de implantes de microchips en seres humanos y que estos microchips implantados puedan hacer una especie de telequinesis para solucionar problemas de salud.
La empresa Synchrom, con sede en Nueva York, obtuvo este permiso de la FDA para que su microchip llamado Stentrode pueda ser implementado en el cerebro de una persona. Este microchip va a funcionar como vínculo entre el cerebro del paciente y una computadora solucionando problemas de movilidad; por ejemplo, una persona con parálisis cerebral podría comunicarse con su computadora con sólo pensarlo y hacer que su computadora envíe correos electrónicos o mensajes de texto. Pero si vamos más allá, esta persona podría controlar un auto con sólo pensarlo; es más, se podrían colocar implantes de piernas o brazos que, controlados con este microchip, puedan moverse tal y como lo hace un brazo o una pierna de carne y hueso.
Las implicaciones de esta aprobación son gigantes y tendrán repercusión para la humanidad a partir de esta fecha. Elon Musk, con su empresa Neuralink, ha tenido avances importantes en este campo y ha prometido que su microchip puede llegar a curar el Alzheimer, por ejemplo, y seguro estará empujando de manera importante para poder tener también la aprobación de la FDA.
Seremos testigos de una revolución porque permitirá que un dispositivo esté conectado totalmente a un cerebro y, literal, saber tus pensamientos, de eso se trata. Seguramente las implicaciones comerciales serán interminables cuando con sólo pensarlo puedas controlar tu vida entera, sin llaves para coche, sin control remoto y probablemente hasta para comunicarnos a través del pensamiento en una especie de chat mental que suena extraño pero seguro así podrá ser.
Pero también veremos avances grandes en enfermedades mentales que tal vez pensábamos incurables como el alcoholismo o la dependencia a alguna sustancia. Lo que es una constante es la velocidad con la que nos movemos, la poca o nula capacidad de esperar y la necesidad de la inmediatez será cada vez mayor, con sus cosas buenas y sus cosas malas. Hace 100 años había que escribir cartas y esperar meses para comunicarnos con nuestros seres queridos a la distancia, hace 20 años lo podíamos hacer por correo electrónico y esperar un par de días, hoy lo podemos hacer por videollamada de manera inmediata, quizá más adelante sea sólo con el pensamiento y sin necesidad de un smartphone.
La FDA autorizó a una empresa probar el implante en el cerebro de seres humanos de microhips conectados a una computado