Afganistán, al borde de nuevo ataque terrorista
Washington alertó sobre una creíble amenaza cerca del aeropuerto, llama a sus ciudadanos a evitar la zona
WASHINGTON. El presidente Joe Biden advirtió que un nuevo ataque contra el aeropuerto de Kabul es "muy probable" en las próximas horas, y comentó que el bombardeo estadounidense que mató a dos integrantes del grupo Estado Islámico no será "el último".
"La situación en el lugar sigue siendo extremadamente peligrosa y la amenaza de un ataque terrorista en el aeropuerto sigue siendo alta", escribió el presidente de EU en un comunicado tras reunirse con sus asesores militares y de seguridad.
Más tarde volvió a insistir en el tema y advirtió sobre una "creíble amenaza" cerca del aeropuerto de Kabul e instó a sus ciudadanos a salir de la zona días después de un mortal ataque contra afganos que trataban de huir de los talibanes.
"Debido a una específica, creíble amenaza, todos los ciudadanos estadounidenses en las cercanías del aeropuerto de Kabul
(...) deben dejar inmediatamente el área del aeropuerto", dijo la embajada de Estados Unidos en Afganistán.
El jueves, un ataque cerca del aeropuerto de Kabul mató a más de 100 personas, incluidos 13 soldados estadounidenses. Este atentado, reivindicado por el Estado Islámico en Khorasan (EI-K), desencadenó represalias por parte del ejército estadounidense.
Dos "objetivos importantes" del EI-K, "organizadores" y "operadores" del grupo extremista, murieron, y otro resultó herido en un ataque con drones llevado a cabo por Estados Unidos en Afganistán, anunció el Pentágono.
"Dije que perseguiríamos al grupo responsable del ataque a nuestras tropas y civiles inocentes en Kabul, y lo hicimos", afirmó Biden en su declaración.
"Este golpe no fue el último. Continuaremos rastreando a cualquier individuo involucrado en este atroz ataque y haremos que pague", agregó.
Asimismo, el Pentágono dio a conocer la identidad de los 13 militares muertos en el ataque del jueves.
De ellos, cinco tenían 20 años, la duración de la guerra más larga llevada a cabo por Estados Unidos, iniciada en 2001 en Afganistán.
"Su coraje y su altruismo han permitido hasta ahora que más de 117 mil personas que corrían peligro se encuentren a salvo", y hayan abandonado Afganistán desde finales de julio, dijo Biden.
Los restos de esos soldados se dirigían a Estados Unidos, según el Pentágono, que no especificó cuándo llegarían.
El Reino Unido concluyó este sábado su operación de evacuación de Afganistán tras la salida de un vuelo con sus últimos soldados en el país y dijo lamentar no haber podido sacar a cientos de colaboradores afganos.
El ministerio de Defensa tuiteó que "un vuelo final transportando al personal de las Fuerzas Armadas británicas ha dejado Kabul", mensaje acompañado por una fotografía de unos soldados con aspecto cansado embarcando al avión.
Horas antes, el Reino Unido había enviado un último avión para evacuar civiles de Afganistán, y destinó sus últimos esfuerzos en retirar al personal diplomático y militar restante antes de la fecha límite del 31 de agosto para la retirada de las tropas estadounidenses.
El primer ministro Boris Johnson agradeció a todos los que participaron en la operación y subrayó que en menos de dos semanas se evacuaron 15.000 personas.
El presidente francés, Emmanuel Macron, alertó este sábado contra la amenaza que plantea el grupo yihadista Estado Islámico (EI), en el marco de una cumbre regional en Bagdad, y señaló que Francia permanecerá en Irak sea cual sea la decisión estadounidense.
"Todos sabemos que no hay que bajar la guardia ya que Dáesh (acrónimo árabe del EI) sigue siendo una amenaza", dijo Macron en rueda de prensa previa a la cumbre, junto al primer ministro iraquí, Mustafa al-Kazimi, quien subrayó que Francia e Irak son "aliados clave en la lucha contra el terrorismo".
Macron añadió después que Francia permanecerá en territorio iraquí para colaborar en esa lucha: "Sean cuales sean las decisiones de EU, mantendremos nuestra presencia para combatir el terrorismo en Irak, siempre que Irak lo pida".
Macron también anunció que se habían iniciado "discusiones" con los talibanes para "proteger y repatriar a las afganas y afganos" en riesgo desde el cambio de régimen en Afganistán.
La cumbre en Bagdad se organizó inicialmente para "apaciguar" las tensiones entre las dos grandes potencias regionales, el Irán chiita y la Arabia Saudita sunita, pero tenía también los ojos puestos en Afganistán, donde una rama del EI reivindicó el ataque suicida.
Dos objetivos importantes del Estado Islámico Khorasan, organizadores y operadores del grupo extremista, murieron durante los bombardeos de represalia por el atentado