Migrantes suplican no ser deportados
Diario del Sur
TAPACHULA. “Mátenme, pero no me regresen”, gritaban algunos de los migrantes que fueron detenidos por las autoridades del Instituto Nacional de Migración (INM), la Guardia Nacional (GN) y el Ejército mexicano, antes de ingresar al municipio de Mapastepec, donde pretendían descansar.
El grupo de migrantes proveniente de Escuintla fue interceptado antes de llegar a Mapastepec por más de 500 elementos del INM, la GN y Ejército, con quienes sostuvieron una confrontación. Los extranjeros lograron cruzar el cerco, mientras que algunos golpeaban a policías.
Las autoridades federales realizaron tres intentos para contener la caravana, como sucedió el sábado pasado en los límites de Tapachula y Huixtla, en donde al menos 100 personas fueron aseguradas por los agentes de migración y la
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Guardia Nacional, mientras otros escaparon. Los migrantes acusan que hay familias separadas además de hombres y mujeres lesionados luego de los enfrentamientos que tuvieron lugar la tarde de ayer entre las fuerzas federales y la gente de la caravana.
Hasta este momento, la caravana ha avanzado más de 106 kilómetros desde que salió de Tapachula con la mira de llegar a la frontera norte o a los Estados Unidos, en busca de una lograr una mejor vida para ellos y su familia.
El grupo mayor que superó el altercado con el INM logró arribar cerca de las 16:45 horas al municipio de Mapastepec. Entre ellos hay hombres y mujeres que están lesionados, algunos llegaron descalzos y otros llorando luego que fueron separados de sus familiares tras haberlos perdido de vista tras la disputa con las fuerzas de seguridad.