Frida Kahlo es analizada desde su obra pictórica
Luis-Martín Lozano dio a conocer el resultado de una investigación que muestra una visión distinta de la artista mexicana
Las 152 pinturas al óleo que Frida Kahlo creó, se reúnen por primera vez en un solo libro para ofrecer una lectura crítica sobre su valor creativo y aportes al arte mexicano, en un intento por superar las banalidades alrededor de su vida como la historia de sus amantes o sus vestidos. Así lo dijo Luis-Martín Lozano, historiador de arte, responsable de la investigación del ejemplar Frida Kahlo. Obra pictórica completa, editado por Taschen en español, inglés, francés y alemán.
“Había que hacer una propuesta diferente, y fue hacer un libro que comentara por primera vez en la historia del arte todas y cada una de las obras de Frida, pues ante tanto libro que aborda su iconografía, su personalidad, sus amantes, sus enfermedades, sus novios, los vestidos, todos los aspectos personales de Frida, no había uno solo que discutiera y analizara cada una de las obras. Me resultaba increíble y una deuda con la historia que no hubiera una investigación sobre la pintura siendo que la pintura es el motor de todas estas emociones y sensibilidades de Frida Kahlo”, apuntó el investigador durante la presentación del volumen en el Museo Frida Kahlo Casa Azul.
Bajo esta premisa, la investigación y análisis de las obras tomó siete años. Pues justo se trataba de rastrear los cuadros menos comentados, los menos registrados, para hacer un catálogo razonado de la obra de una de las artistas mexicanas mejor cotizadas en el mercado global. Lozano contó que incluso se localizaron dos obras perdidas de las cuales sólo se tenía registro en fotografías, y se añadieron los documentos sobre dos cuadros quemados en incendios diferentes.
Para la investigación, uno de los ejes narrativos fueron las propias cartas que Kahlo escribió a sus amantes, amigos y familiares. En estas misivas ella misma da cuenta del proceso creativo de la obra, del trayecto para su venta e incluso del precio y coleccionista que la adquirió.
“Las cartas fueron muy importantes, porque descubrir a Frida como escritora fue impresionante, cómo en cada carta describe sus cuadros, a quién se los vendió, qué precio se pagaron, a dónde iban, qué intenciones o deseos llevaban... Su escritura fue muy importante para la investigación”,
SIETE AÑOS tardó la investigación sobre las 152 pinturas al óleo que la pintora creó, con la que el autor enaltece su valor artístico
apuntó el historiador quien colaboró con Andrea Kettenmann y Marina Vázquez.
El investigador también señaló que este catálogo servirá para que los próximos coleccionistas identifiquen las obras falsas de Kahlo, pues consideró que éstas nunca se acabarán pero sí tendrán menos mercado si se tiene información certera sobre toda la pintura de la artista.
FRIDA, ÍNTIMA
En la presentación del volumen, la actriz Ofelia Medina ofreció una lectura dramatizada de algunos fragmentos de las cartas de Frida Kahlo. Así, en la voz de la también productora y guionista, apareció el pensamiento más íntimo de la artista, ese que ella dejó impreso en las misivas donde lo mismo expresó su rechazo al grupo de los surrealistas parisinos, que su amor más pasional por Diego Rivera.
También en un ejercicio de mirar a la pintora más allá de lo evidente, la fotógrafa Cristina Kahlo, sobrina de la artista, reflexionó sobre la relación intrínseca entre Kahlo y la imagen, más en específico con el retrato al que ella estaba acostumbrada desde niña por el trabajo de su padre Guillermo Kahlo. “Quién que no tuviera conciencia del valor de la fotografía permitiría ser fotografiada durante su convalecencia, en una cama de un hospital. Frida Kahlo sabía del valor testimonial de la imagen, sabía que los momentos de alegría igual que los más complejos formarían parte de su historia y había que registrarlos, por eso encontramos muchas Fridas: la artista, la fotógrafa, la modelo”, apuntó.
El ejemplar de 300 páginas se integra por ocho capítulos: Los años de aprendizaje 1925-1929; La pintora que expande horizontes 1930-1938; Las lecciones de la madurez y la experiencia 1936-1946; La voluntad de pintar hasta el final 19471954; Diarios y cartas de Frida; Biografía; Frida y Diego; y La casa azul. En cada uno se intercalan las cartas y documentos que narran el entorno social y artístico de la época, con las pinturas de la artista.
Además cada capítulo se complementa con fotografías poco conocidas, páginas de su diario, cartas y una biografía ilustrada. Así se podrá saber de obras como un par de carboncillos titulados La libertad (1948) y La Libertad americana, que hacen una crítica al fascismo americano. También se analizan piezas emblemáticas como Las dos fridas y Retrato de Diego. Llama la atención una serie de fotografías tomadas por Guillermo Kahlo a su hija; ahí aparece Frida de niña.
Con este libro, que tomó de referencia el catálogo razonado publicado en 1988 (Prignitz-Poda/Grimberg/Kettenman), Kahlo se coloca una vez más en la lista de los pintores mexicanos más reconocidos a nivel internacional, pues es la primera mujer artista en pertenecer a la lista de biografías de la editorial Taschen donde también está Miguel Ángel y Leonardo Da Vinci.
“No había un solo libro que discutiera y analizara cada una de las obras, era una deuda con la historia”
LUIS-MARTÍN LOZANO HISTORIADOR