Día Mundial de los Animales
Hace apenas unos días, Estados Unidos declaró extintas más de 20 especies de fauna y una especie de flora, que deberán ser eliminadas de la Lista de Especies en Peligro de Extinción de 1973, de dicho país.
Entre las especies que ya no habrá en el territorio de Norteamérica se encuentra el pájaro carpintero de pico de marfil que era, a nivel mundial, el tercer pájaro carpintero más grande; el ave del bosque hawaiano también desapareció debido a a la destrucción de su hábitat y a la introducción de especies no nativas de la zona; la reinita de Bachman, un pájaro de pecho amarillo, también ya está extinto.
En el caso de las especies de biodiversidad marina, como el mejillón de agua dulce y el pez de agua dulce llamado Gambusia de San Marcos, científicamente se considera que su extinción es el resultado del cambio climático; en otras palabras, sucede lo mismo con la intervención antropogénica que causa el aumento en la temperatura de la superficie de la tierra y con ello este tipo de pérdidas o afectaciones irreversibles.
Así como el hombre tiene la capacidad de destruir, también tiene la capacidad de conservar y hay ejemplos muy exitosos de recuperación de especies que ya estaban contempladas en la lista roja que abarca de 1963 a la fecha, elaborada por la UICN-Unión Internacional para la Conservaciónque se puede considerar como el inventario más completo de especies de biodiversidad mundial y que incluye categorías como: Datos Insuficientes (DD), Preocupación Menor (LC), Casi Amenazado (NT), Vulnerable (VU), En Peligro (EN), en Peligro Crítico (CR), Extinto en Estado Silvestre (EW) y Extinto (EX), con base en las cuales se va configurando el rompecabezas de especies de países de todo el mundo.
Después de tan desalentadora noticia, nos damos cuenta de que 92 años de intentar concientizar a la población en general sobre la importancia del cuidado y respeto de las especies y sus ecosistemas por el bien de la humanidad, no han sido suficientes.
Esperemos que noticias como las de Estados Unidos no se empiecen a volver una generalidad internacional. Ya que en el marco de la crisis climática, lo que menos necesitamos es declarar también una crisis de pérdida de biodiversidad y, por el contrario, sí debemos aumentar el número de hectáreas destinadas a la conservación en las diferentes modalidades de áreas naturales protegidas, terrestres y marinas.