Celebración en familia
LOS CAMPEONES BRAVOS DESFILARON POR LA CIUDAD Y TERMINARON EN SU ESTADIO, QUE RESULTÓ INSUFICIENTE
Apenas unos días de conquistar el título, los Bravos de Atlanta celebraron con su público, quienes se volcaron a las calles para vitorear a sus campeones que desde 1995 no obtenían en gallardete de la MLB.
El clima era frío, pero eso no importó a la gran cantidad de personas que salieron a las principales calles a festejar con su equipo. En el trayecto se observó a una gran cantidad de familias.
La parada de campeones comenzó al mediodía tiempo de Atlanta, 13 millas recorrieron antes de llegar al Truist Park, que al igual que los tres partidos de Serie Mundial, lució lleno.
Según la policía de Atlanta, entre 300.000 y 400.000 aficionados se dirigieron al centro para el desfile, que comenzó allí. La velocidad de los autobuses significaba que cada fan tenía solo unos segundos para disfrutar del espectáculo.
La caravana le rindió un pequeño homenaje a Hank Aaron, quien falleció en enero a la edad de 86 años.
El trayecto incluyó la avenida donde solía encontrarse el Atlanta-Fulton County Stadium, donde Aaron conectó su jonrón 715 de por vida.
Billye, viuda de Hank los acompañó hasta el Truist Park.
Durante el desfile, Joc Pederson obsequió unos collares de perlas, similares al que él utiliza. Pederson declinó su opción con el equipo para la próxima temporada.
Ya casi para terminar el festejo en su estadio, Charlie Morton salió con muletas y fue el más emocionado del grupo. Parecía que podría estar anunciando su retiro de algo, dada su edad y lesión, pero en cambio dijo que este momento es el más especial de su carrera.
El zurdo de los Bravos A.J. Minter proporcionó la entrada más memorable de la tarde en ese género, tomando una copa mientras usaba un sombrero de vaquero:
La mayoría del resto fueron bastante breves. Solo agradeciendo a los fans y haciendo una rápida reverencia.