Borrador insta a adelantar metas
GLASGOW. El director de la conferencia climática de la ONU reconoció que las promesas de los países harán muy poco para controlar el calentamiento global, e instó a los países a “poner manos a la obra” para llegar a un acuerdo ambicioso durante los dos días que quedan de conversaciones.
El borrador de las conclusiones de la COP26, publicado más temprano, tuvo una respuesta mixta de activistas y expertos climáticos. Casi 200 países presentes en Glasgow tienen hasta el viernes para consensuar un texto final.
En un reconocimiento implícito de que las promesas actuales son insuficientes para evitar una catástrofe climática, el borrador presentado, sobre el que se trabajará para intentar llegar a un acuerdo el
EU y y China anunciaron un acuerdo conjunto luchar contra el cambio climático la próxima década, a dos días del fin de la COP26 y en plenas negociaciones
viernes, insta a los países a presentar en 2022 compromisos renovados para 2030 que eviten que las temperaturas avancen más de 1.5oC a final de siglo respecto a los niveles preindustriales.
Reconoce, además, que alcanzar ese objetivo “requiere reducciones rápidas, profundas y sostenidas de las emisiones globales de gases de efecto invernadero” y menciona la necesidad de eliminar progresivamente el carbón y “los subsidios a los combustibles fósiles”, aunque no cita expresamente el petróleo y el gas, extremo que critican las ONG. Tampoco establece una fecha para eliminarlos.
Greenpeace, por su parte, dijo que el borrador es una respuesta inadecuada a la crisis climática y lo calificó como “una solicitud cortés a que los países tal vez, posiblemente, hagan más el próximo año”.
En tanto, diversas fuentes afirmaron que Arabia Saudita entorpece los progresos en las negociaciones.
Abiertamente, Riad ha reclamado que se luche contra el calentamiento “sin sesgos contra ninguna fuente de energía en particular”, en palabras del ministro saudita de Energía, Abdulaziz bin Salman.
En tanto, Estados Unidos y China, los dos mayores emisores de dióxido de carbono del mundo (cerca del 40 por ciento mundial), dieron a conocer un acuerdo para intensificar su cooperación en la lucha contra el cambio climático, que incluye la reducción de las emisiones de metano, la protección de los bosques y la eliminación gradual del carbón.
El inesperado anuncio llegó poco después de que el propio primer ministro británico, Boris Johnson, reclamara un “empujón decisivo”, tras el borrador de principios que no suscitó entusiasmo.