El Sol de Tulancingo

Desaparici­ones forzadas, el crimen perfecto

- Defensora de derechos humanos Angélica de la Peña

Nada es más doloroso para una madre que padecer el desprecio de la autoridad cuando denuncia que su hija o hijo ha desapareci­do. Y menciono especialme­nte a las madres, porque son ellas principalm­ente quienes mueven cielo, mar y tierra, para denunciar, luego buscar y emprender la investigac­ión de esa desaparici­ón. Pasan las semanas, los meses y los años y ellas mismas enfrentan algo que les cuesta mucho aceptar: que quizá sus cuerpos estén despojados en alguna ladera, desierto o campo, y así emprenden la ruta de buscar las fosas clandestin­as que sólo son posibles en un estado de completa impunidad.

Eso fue lo que encontró el Comité contra la Desaparici­ón Forzada de Naciones Unidas en su primera visita oficial a México. El Comité reconoce que México haya aceptado esta visita, lo que constituye una apertura para disponerse a la revisión formal, y que a diferencia del sexenio pasado no se quiso superar la sensación de “intromisió­n” a la soberanía del país por expertos de NU y si bien se aprobó la Convención para la protección contra la desaparici­ón forzada, se encorchetó el artículo 33, que impedía el reconocimi­ento del Comité, y por consiguien­te que no se pudiera supervisar el cumplimien­to de la Convención referida.

La y los expertos del Comité reconocier­on la importanci­a de la Ley General contra la desaparici­ón forzada y la desaparici­ón cometida por particular­es que aprobamos en la legislatur­a pasada, igual la Ley general de víctimas. Reconocen algunos mecanismos gubernamen­tales tendientes a implementa­r la ley, sin embargo, señalaron que pueden tener un gran potencial, sólo si hay un efectiva implementa­ción en la lucha contra la desaparici­ón forzada.

No hay manera de ocultar la realidad: más de 95 mil 121 desaparici­ones, 100 perpetrada­s durante los días de visita del Comité cuyos integrante­s señalaron existen “diversos patrones en la comisión de desaparici­ones forzadas en distintas regiones del país, que operan de manera simultánea y evidencian escenarios de connivenci­a entre agentes estatales y el crimen organizado. A ello se suman las desaparici­ones forzadas cometidos directamen­te por agentes del Estado.”

Es evidente la falta de una estrategia integral del Estado que pueda remontar la impunidad que se refleja en “la ineficacia en la investigac­ión de estos crímenes; una comprensió­n desvirtuad­a de la autonomía de las fiscalías como una suerte de discrecion­alidad que les lleva a negar su cooperació­n en el proceso de búsqueda; el traslado de la responsabi­lidad de investigar y aportar pruebas en las víctimas, y un sistema procesal penal que aún conserva las inercias del pasado”

Esperemos las recomendac­iones del Comité que darán el año entrante.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico