Reúnen cien voces de la FIL Guadalajara
Un memorial editado por la UdeG, conmemora los 35 años de la feria, con la colaboración de los autores
GUADALAJARA. Por 35 años, la FIL se ha convertido en el universo librero donde tienen cabida autores de renombre y escritores en ciernes que topan sus ideas por primera vez con editores, distribuidores, impresores, libreros y, más importante aún, jóvenes lectores.
De esa historia da cuenta el libro Cien voces de Iberoamérica. FIL Guadalajara 35 años, editado por la Universidad de Guadalajara, a manera de memorial de las más de tres décadas del encuentro literario que ha sorteado devaluaciones financieras, crisis editoriales y ahora la pandemia de Covid-19 que en 2020 obligó mudarse al formato digital.
Se trata de un centenar de escritores, que dan un panorama del rol de la FIL en su trayectoria literaria.
Para Marisol Schulz, directora de la FIL Guadalajara que hoy termina su edición 35, esta es la puerta de entrada al mundo de la edición y en muchos casos es donde inicia la cadena del libro.
“Van 35 años desde la primera Feria de Libro de Guadalajara y los números que resumen sus logros dan fe de un crecimiento que sigue en evolución. Algunos autores llegaron cuando eran figuras ya muy establecidas en el horizonte literario y aceptar venir constituye un gesto de generosidad y solidaridad, pero otros vienen aquí con su primer libro y la ilusión de que se les siga publicando”, refirió Schulz en la presentación del libro que da un vistazo a un centenar de escritores entrevistados por la periodista Vanessa Robles y retratados por la fotógrafa Maj Lindström: Leonardo Padura, Elena Poniatowska, Ángeles Mastretta, Sergio Ramírez y David Huerta, entre ellos.
Cada charla con los autores, provenientes de 18 países, se centra en el papel que la FIL Guadalajara representa en sus trayectorias y a la vez hacen una reflexión personal sobre el oficio del escritor.
“Descubrí que no tienen la vida resuelta ni siempre tienen dinero, como yo pensaba, y no empezaron a escribir cuando eran jóvenes. Muchos empezaron a los 40 o 50 años de edad. También me di cuenta de que lo que algunos consideramos logros editoriales, para las personas que escriben no lo son, tienen otros más personales que ni siquiera conocemos”, refirió Vanessa Robles, autora de los textos.