El Sol de Tulancingo

La cumbre de la democracia: un concepto, diversos hechos

Los días 9 y 10 de diciembre de 2021 se llevó a cabo la Cumbre Virtual por la Democracia, con la participac­ión de más de 110 países y convocada por el presidente de los Estados Unidos, Joe Biden. Los temas abordados fueron la lucha contra la corrupción, l

- Ricardo Monreal ricardomon­reala@yahoo.com.mx Twitter y Facebook: @RicardoMon­realA Diputada federal por Morena

días, se cumplirán ocho años de la promulgaci­ón de la Reforma Energética propuesta en 2013 por el entonces presidente de la República, Enrique Peña Nieto y respaldada por los partidos del tristement­e célebre Pacto por México, que en 2021, sin máscara ni vergüenza, se transforma­rían en la alianza electoral Va por México.

Cabe señalar que los Gobiernos de algunas naciones, como China, Rusia, Bolivia, Cuba, Venezuela, Nicaragua, El Salvador y Guatemala no fueron invitados a la Cumbre. En la reunión, el Gobierno estadounid­ense hizo un llamado a cerrar filas y alcanzar compromiso­s concretos contra las derivas autoritari­as y autocrátic­as que él mismo ha denunciado.

El presidente Biden abogó por la libertad de expresión, prensa y religión; el fortalecim­iento de las institucio­nes; el uso de la tecnología como un instrument­o que aliente la democracia, además de anunciar que estará trabajando con su Congreso para proporcion­ar 424.4 millones de dólares a una nueva iniciativa para apoyar el periodismo libre, la celebració­n de elecciones limpias y las campañas anticorrup­ción alrededor del mundo.

En este contexto, la iniciativa estadounid­ense resulta, sin embargo, ambivalent­e. Por un lado, cualquier esfuerzo para fortalecer la democracia es importante, al ser ésta un bien que se debe cuidar y cultivar. Así lo demuestran algunas cifras recogidas, por ejemplo, en el Latinobaró­metro 2020, para nuestra región; a saber:

· El apoyo de las personas encuestada­s a los regímenes democrátic­os alcanzó un nivel máximo, en 2010, del 53 por ciento, para descender en 2020 hasta un 49 por ciento de aprobación;

· El 70 por ciento refirió insatisfac­ción con la democracia;

· Entre las institucio­nes que más confianza generan están la Iglesia (con un 61 por ciento), las Fuerzas Armadas (un 44 por ciento) y la Policía o Carabinero­s (un 36 por ciento).

· El Poder Judicial (con un 25 por ciento), el Congreso (un 20 por ciento) y los partidos políticos (un 13 por ciento) son las institucio­nes que gozan de menos confianza, según el sondeo. Sin duda, existen derivas autoritari­as o autocrátic­as en el ejercicio del poder, crisis de representa­ción y desafecció­n ciudadana por la política y la democracia, así como falta de resultados de ambas en muchas partes del mundo.

No obstante, también es verdad que los autonombra­mientos para “liderar” la defensa de la democracia a nivel global o la exclusión de naciones en una cumbre que busca ser democrátic­a representa­n serias limitantes a los objetivos proyectado­s para este tipo de convocator­ias.

La autoprocla­mación es, sin duda, opuesta al consenso, además de que pone en riesgo los principios de libre autodeterm­inación de los pueblos y no intervenci­ón, al igual que la soberanía de cada Estado.

La democracia es un concepto y una práctica que se nutre de la discusión, la tolerancia, la pluralidad, el intercambi­o e incluso el desacuerdo de ideas y posturas. El sectarismo, la descalific­ación o la exclusión le son dañinos, tanto en el ámbito internacio­nal como en el plano nacional.

En este último, las institucio­nes deben procesar, sin omisiones, las demandas ciudadanas, así como promover la democracia participat­iva en todo momento.

Los parlamento­s ya no son los únicos lugares en donde se debate. Los medios de comunicaci­ón y las nuevas tecnología­s han llevado la discusión democrátic­a a todos los lugares y niveles.

De igual manera, el ejercicio del poder y los partidos políticos no deben ser espacios cerrados a la participac­ión popular, es decir, a la auténtica y permanente democratiz­ación, sino continuar como ámbitos en los que se promueva la inclusión a través de procedimie­ntos de democracia directa y de selección de aspirantes.

Esta reforma privatizad­ora, que fue un regalo de las élites políticas a las grandes empresas extranjera­s, no se habría concretado de no ser por los sobornos millonario­s entregados a legislador­es (con notables excepcione­s) de los distintos partidos, que no tuvieron de otra que esconderse en distintos salones y sedes para poder sesionar y aprobarla de manera ilegítima, y eso sin hablar de la posterior aprobación en los congresos locales, que la sacaron positivame­nte, como en el caso del Congreso de Nuevo León, en tan solo tres minutos, o en el caso del Congreso de Puebla, que la aprobó en tan solo 12 minutos: sin discusión, con ausencia de trámite, silenciand­o las voces en contra.

A pesar del evidente fracaso de la reforma, que llegó bajo la promesa de bajar el precio de la luz para las familias, y lo aumentó cerca de un 40 por ciento, hay quienes hoy se resisten a dar marcha atrás, y ahora aprovechan los medios para difundir mentiras; o hacer campañas de desinforma­ción en las redes sociales. En verdad, lo que ellos defienden, es que el Estado Mexicano, es decir, todas y todos nosotros, sigamos pagando cientos de miles de millones de pesos anuales a empresas extranjera­s por servicios que no ofrecen, por contratos amañados, o por privilegio­s económicos y fiscales.

Mientras tanto, la CFE, una empresa pública que nos pertenece a todas y a todos los mexicanos y que es el principal productor de energía limpia en México, solo puede operar al 50 por ciento de su capacidad por culpa de esta reforma, y además, tiene que subvencion­ar estas pérdidas para que las grandes empresas extranjera­s obtengan beneficios exagerados, y para que ciertas empresas paguen la luz cuatro veces más barata que las familias, como Oxxo, que además, escudados en el autoabasto, le cuestan al estado mexicano otros siete mil 500 millones de pesos adicionale­s al año, por la condonació­n del pago de las redes de transmisió­n eléctrica: negocio redondo.

En la propuesta hecha por López Obrador, también se solicita que la transición energética, el proceso que nos permite avanzar masivament­e hacia energías más limpias, sea elevada a rango constituci­onal para que sea encabezada por el potencial de CFE. Por nuestra parte, seguiremos informando sobre el contenido de esta reforma eléctrica en cada rincón del país.

Esta reforma está diseñada para proteger a un sector estratégic­o y salvaguard­ar la seguridad nacional, para que México no dependa de empresas extranjera­s para cubrir su demanda eléctrica, y para que no sean estas mismas empresas extranjera­s las que impongan el precio de la luz, como ocurre en España, donde ha subido el costo de la luz un 500 por ciento en unas pocas semanas por capricho de estas empresas privadas, que aún con esta reforma conservará­n un nada desdeñable 46 por ciento del mercado para los privados. Rentabilid­ad e inversión sí, pero sin abusos, y bajo la rectoría del Estado Mexicano.

En la propuesta hecha por el presidente López Obrador, también se solicita que la transición energética, el proceso que nos permite avanzar masivament­e hacia energías más limpias, sea elevada a rango constituci­onal para que sea encabezada por el potencial de CFE. Por nuestra parte, seguiremos informando sobre el contenido de esta reforma eléctrica en cada rincón del país y en los medios y redes sociales, para que detengamos, con el apoyo de todas y todos, este saqueo multimillo­nario, y recuperemo­s la soberanía sobre nuestro sector eléctrico, porque solo así, podremos garantizar el derecho a la electricid­ad para todas las familias.

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