La cuarentena obligatoria, así como el proceso de recuperación, que acertadamente incluye un examen cardiológico exigido por los servicios médicos del conjunto merengue, complica el cierre de año, siempre bajo la amenaza de que surjan nuevos casos positiv
Y hacía bien, porque en el futbol una de los criterios a respetar es que aquel equipo que gana debe repetir. Sin embargo, el cansancio acumulado no sólo en las piernas, sino también en lo mental de los jugadores, lo obligó a modificar.
Fue una semana complicada para los
Merengues, con nueve bajas para el duelo ante el Cádiz, seis de ellas por contagio.
La cuarentena obligatoria, así como el proceso de recuperación, que acertadamente incluye un examen cardiológico exigido por los servicios médicos del conjunto merengue, complica el cierre de año, siempre bajo la amenaza de que surjan nuevos casos positivos.
El compromiso también es evidente por parte del club, que refuerza las medidas de seguridad para proteger a sus jugadores.
Pese a todo lo anterior, el dominio del Real Madrid sobre el Cádiz fue abrumador, con hasta 36 tiros al arco.
No sólo se hizo lo que se pudo, como refirió Ancelotti al término del partido, la realidad es que se hizo hasta lo imposible. Sólo que el balón no quiso entrar en esta ocasión, como en muchas otras les sucede a equipos de todo el mundo.
Karim Benzema no estaba al 100 por ciento, como era de esperarse tras recuperarse de una lesión, sin embargo, aplaudo su entrega, siempre dispuesto a sacrificarse por el equipo, ya que las bajas no daban opción a que descansara.
Quizá la historia hubiera sido diferente si Ancelotti hubiera mandado a Luka Jovic a la cancha desde el inicio del segundo tiempo para acompañar al francés, ya que el rival nunca buscó ganar el partido, sólo le importaba no perderlo.
Y sin Luka Modric, peor todavía. El engranaje del medio campo no funciona igual cuando el volante está fuera de la cancha. Toni Kroos y Casemiro se quedaron a la espera de que el croata pudiera regresar a tiempo después de haber dado positivo a coronavirus.
El resultado no fue el esperado, es cierto, porque en el Real Madrid se tiene la obligación de ganar hasta en un juego de canicas. Pero se logró llegar a cinco partidos consecutivos sin recibir gol, con grandes actuaciones del portero Thibaut Courtois, y, sobre todo, gracias al trabajo en equipo.