Lucy, la cultura pop asciende
Being the Ricardos:
En el libro Los Simpson y la filosofía (William Irwin, Mark T. Conard, Aeon J. Scoble, 2001), se utiliza una palabra, poco común pero que define un maridaje que sostiene mucho la cultura de hoy: lo pop y el conocimiento formal, la palabreja es citacionismo. Es decir, el referente como un fin y no como medio.
En una escena de Being the Ricardos (Aaron Sorkin, 2021), la medio desparpajada pero intensa y voluble Lucille Ball (una excepcional Nicole Kidman), imagina en el set de su show televisivo I love Lucy, que se transmitió de 1951 a 1957 por CBS, una escena para incluir en la emisión. El problema es que hay una crisis en la producción. El Comité de Actividades Anti norteamericanas, vigente entre 1938 y 1975, la acaba de interrogar por un pasado de filiación comunista y la prensa se ha enterado. Ball, se presenta en este melodrama de tono político y remembranza como una mujer obsesionada con su show, pero, mucho más compleja que la ama de casa que hizo reír a los estadounidenses de los cincuenta.
En Being the Ricardos, que se puede ver en Amazon Prime y se empieza a mencionar con posibles nominaciones a los Premios de la Academia, vemos una historia que va en dos líneas: los entretelones del programa más exitoso de la década y el ambiente político de censura que se vivía durante la Guerra Fría. Toma un personaje popular y de fondo, pero con mano leve, aborda un tema de mayor calado.
En el primer caso, vemos a una Lucy, a veces solidaria con sus compañeros de programa, pero también celosa de su posición: le baja la autoestima a su actriz de reparto Viviane Vance (Nina Arianda), obliga a ser su confidente a William Frawley (J.K Simons), pero cuando detecta que se pasó, se frena; las grillas en la producción, indirectas en las mesas de ensayo, en fin. Detrás de todo esto y como un poder firme, y vital se encuentra Dezi Arnaz (Javier Bardem).
En la segunda línea, presenciamos el horror que ocasionaba el Comité en la gente pública de aquellos años. El filme resulta un ejercicio de remembranza, pero esto es mero pretexto para hacer un recordatorio histórico, muy complaciente, de la Guerra Fría.
En medio de estos dos ejes, se encuentra la figura totalizadora de Arnaz, el músico cubano esposo de Lucy que estuvo detrás del éxito del show.
En realidad, si uno investiga un poco en la biografía de Ball, los hechos fueron más complejos, ella en realidad nunca se arrepintió de su pasado y es ahí donde el filme se permite grandes licencias, pero tan sólo tomar una comedia que sentó las bases de la televisión estadounidense como pretexto de una exposición, tal vez no reflexión política, resulta audaz.
Hay por ahí un telefilme sobre la relación caótica, de Ball y Arnaz, Lucy and Dezi: Before the laughter (Jarrot, 1991), producción modesta pero entretenida.
Being the Ricardos, es un melodrama sólido y discreto con pretensiones de tema político, que resulta medio sospechoso por las licencias que se toma. En todo caso comprueba cómo Hollywood reconstruye la historia a partir del ascenso de lo pop.
Signo de los tiempos.