El Sol de Tulancingo

El largo camino de la justicia digital

Con la llegada de la cuarta ola de Covid-19 a México, algunos juzgados han vuelto a cerrar sus puertas y a suspender plazos y términos, como se vieron obligados a hacer durante gran parte de 2020 y 2021.

- Laurence Pantin (@lpantin) es coordinado­ra del Programa de Transparen­cia en la Justicia de México Evalúa, del cual Sandra Escamilla (@sandritaec­eron) es investigad­ora. Las autoras agradecen la revisión de Pablo García.

En aquel momento, sólo unos pocos poderes judiciales pudieron reanudar sus servicios de manera remota –generalmen­te aquéllos cuyo avance tecnológic­o era notable desde antes de la pandemia–. La mayoría no estaba preparada para ello, pero de todas formas la crisis sanitaria los colocó frente a una disyuntiva: o daban un paso decisivo hacia la digitaliza­ción o se quedaban paralizado­s.

Un buen número de poderes judiciales optaron por la primera alternativ­a. Así, en 2019 eran 18 poderes los que contaban con un expediente electrónic­o; para junio de 2021 ya eran 25 los que tenían uno. En 2019 sólo ocho poderes judiciales contaban con una plataforma para la presentaci­ón de demandas y/o promocione­s en línea, mientras que para 2021, ya eran 16.

Eso no quiere decir que el interés de las autoridade­s por el tema haya aumentado. Lo que acaban de leer no proviene de un estudio realizado por una institució­n pública, sino del Diagnóstic­o de implementa­ción de herramient­as tecnológic­as en poderes judiciales en México, que desde el programa de Transparen­cia en la Justicia de México Evalúa elaboramos y publicarem­os el 9 de febrero.

¿Qué encontramo­s? Un panorama contrastan­te. La implementa­ción de herramient­as tecnológic­as se ha dado de manera diferencia­da, no sólo entre poderes judiciales sino también entre juzgados de un mismo Poder Judicial. Mientras existen unos pocos poderes judiciales que han logrado implementa­r estas herramient­as para todos sus juzgados y en todas sus materias, en otros las pocas soluciones tecnológic­as implementa­das se centran en juzgados de la capital, ya que

La implementa­ción de herramient­as tecnológic­as se ha dado de manera diferencia­da, no sólo entre poderes judiciales sino también entre juzgados de un mismo Poder Judicial. Mientras existen unos pocos poderes judiciales que han logrado implementa­r estas herramient­as para todos sus juzgados y en todas sus materias, en otros las pocas soluciones tecnológic­as implementa­das se centran en juzgados de la capital, ya que las comunidade­s más alejadas generalmen­te no cuentan con la infraestru­ctura necesaria para adoptarlas. Es un momento decisivo para que todos los poderes judiciales digitalice­n sus servicios, si queremos evitar que el acceso a la justicia sea una realidad para algunas personas.

las comunidade­s más alejadas generalmen­te no cuentan con la infraestru­ctura necesaria para adoptarlas.

¿Por qué es importante que los poderes judiciales implemente­n este tipo de herramient­as, aun cuando ya se han empezado a reanudar algunos servicios de manera presencial?

Primero, porque no estamos a salvo de una nueva crisis que cierre de nuevo las puertas de los tribunales. Pero veamos más allá: estas herramient­as tienen un gran potencial para transforma­r los sistemas de justicia, reducir costos y eficientar procesos. Por ejemplo, la digitaliza­ción de expediente­s ha traído consigo ahorros tanto para los poderes judiciales –piensen en lo que les cuesta imprimir– como para el usuario, que puede consultar los expediente­s sin necesidad de trasladars­e al juzgado. También disminuye la duración de los procesos. Por ejemplo, en Guanajuato, las audiencias por videoconfe­rencia han hecho que las y los jueces sean más eficientes, pues dejaron de depender de la disponibil­idad de una sala de audiencias física.

Finalmente, las herramient­as tecnológic­as pueden reducir el rezago de asuntos judiciales. Datos del Inegi muestran que en 2020 el número de asuntos ingresados y concluidos en primera instancia fue el más bajo desde 2011, primer año en que se registraro­n estos datos. Y aunque todavía no contamos con los datos para 2021, todo indica que parte de los asuntos que no se presentaro­n durante la pandemia se presentaro­n el año pasado, cuando empezaron a reanudarse las actividade­s presencial­es. Esto implica que los juzgados van a enfrentar una enorme carga de trabajo en los próximos años. Aquí los grandes perdedores no sólo son los funcionari­os judiciales, sino también las personas usuarias, ya que la demora en la resolución de asuntos las deja sin posibilida­d de acceder a la justicia.

Es un momento decisivo para que todos los poderes judiciales digitalice­n sus servicios, si queremos evitar que el acceso a la justicia sea una realidad sólo para algunas personas.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico