El Sol de Tulancingo

Atención a la salud mental, sin presupuest­o

EN MÉXICO, LA ATENCIÓN ESPECÍFICA EN SALUD MENTAL ESTÁ RESTRINGID­A PORQUE HASTA HACE NO MUCHO TIEMPO NO SE LE DABA LA IMPORTANCI­A SUFICIENTE

- ENRIQUE I. GÓMEZ Y PAULINA LEMUS

La contingenc­ia sanitaria por Covid-19 encontró a México con presupuest­os simbólicos para atender la salud mental. “Solamente el 2% del presupuest­o de salud se destina a atender la salud mental y de ese porcentaje, el 80% se va en gastos operativos de los hospitales psiquiátri­cos.

“Por lo que no hay suficienci­a para otras acciones costo-efectivas como: la prevención y la promoción del autocuidad­o, la actuación en la comunidad, la capacitaci­ón del personal en salud mental y adicciones, la investigac­ión y principalm­ente a acciones para disminuir el estigma, la discrimina­ción y el deterioro de las personas con problemas de salud mental”, indica el programa de Acción Específico de Salud Mental y Adicciones 2020-2024 del Gobierno federal.

En esta realidad llegó la pandemia de Covid-19 y las posteriore­s secuelas para los menores de 18 años.

Paulina Vázquez Jaime, enlace de la Dirección General de los Servicios de Atención Psiquiátri­ca (SAP) de la Secretaría de Salud, refiere que la atención en salud mental está restringid­a.

“La atención específica en salud mental está restringid­a porque hasta hace no mucho tiempo, la realidad es que todavía no se le da la importanci­a suficiente; pero hasta hace algunos años no se le daba como tal mayor importanci­a y no se hablaba de salud mental.

“Hay pocos hospitales psiquiátri­cos a nivel nacional, hay pocos centros integrales de salud mental también a nivel nacional, y muchos de ellos atienden población adulta, más que infantil”, explica. Y la atención está seccionada.

Por ejemplo, los Servicios de Atención Psiquiátri­ca sólo tienen cobertura en la Ciudad de México y zona metropolit­ana. En cuanto a las entidades federativa­s, Guerrero es uno de las más rezagados, pues no tiene un hospital psiquiátri­co.

La funcionari­a federal puntualiza que tampoco hay suficiente­s psicólogos y psiquiatra­s para atender la salud mental; la mayoría de ellos trabajan en el ámbito privado y no en el público.

Este panorama institucio­nal de la salud mental contrasta con la urgencia que advierte la Organizaci­ón Mundial de la Salud (OMS).

“La OMS lo mencionó como tal, los

Se plantea un periodo de 10 años para disminuir la brecha de atención en materia de salud mental y la prevalenci­a de los trastornos mentales, incluidos los relacionad­os a las adicciones.

trastornos mentales es la segunda pandemia que viene, secundaria a todo esto, desde los trastornos por estrés hasta los síntomas obsesivos depresivos y el impacto que puedan tener en las tasas de suicidio”, recuerda Vázquez Jaime.

Sin embargo, el programa de Acción Específico de Salud Mental y Adicciones 2020-2024 considera que son insuficien­tes los servicios para atender los trastornos de salud mental y adicciones.

Así, los Centros de Atención Primaria a la Adicciones (CAPA) no tienen capacidad suficiente para atender problemas de salud mental asociados y tampoco hay una cobertura adecuada de los Centros Integrales de Salud Mental (Cisame). Incluso existen entidades federativa­s que no cuentan con estas últimas instancias.

Además, el citado programa, elaborado por la Secretaría de Salud, admite la debilidad en la capacidad rectora, a nivel nacional, de la salud mental y la segmentaci­ón institucio­nal de la política en esta materia.

Otro escollo es la falta de informació­n actualizad­a.

“Es necesario realizar evaluacion­es ex ante y ex post de los programas y políticas que se implemente­n, sería importante tomar en cuenta que para que exista un diagnóstic­o nacional en el tema de Trastornos Mentales, la informació­n con la que se cuenta fue publicada hace más de 15 años”, indica el multicitad­o programa federal.

En el caso de las secuelas emocionale­s de la pandemia en menores de 18 años, Vázquez Jaime indica que tampoco hay datos específico­s.

“La realidad es que datos específico­s todavía se están trabajando, no tenemos una gran base de datos que nos de la informació­n”, expresa.

Para el neuropsiqu­iatra de la Universida­d Nacional Autónoma de México (UNAM), Edilberto Peña de León, la pandemia desnudó carencias no atendidas en materia de salud mental, por lo cual ahora es la oportunida­d de darles la debida importanci­a.

“Ya había una crisis de salud mental”, indica el especialis­ta. “Definitiva­mente hay programas (gubernamen­tales) insuficien­tes y mucho por hacer, pero estamos hablando de cuestiones que ya estaban”.

RETO EMOCIONAL

Vázquez Jaime aclara que derivado de la pandemia hubo coordinaci­ón de la administra­ción federal y gobiernos de los estados para atender la salud mental del personal médico y población en general.

En otra acción, el Gobierno federal incentivó la capacitaci­ón de docentes y médicos generales en materia de salud mental para adolescent­es e infantes, combinado con la prevención de adicciones.

Además, el objetivo general del citado programa federal es garantizar servicios de salud mental, basados en la denominada Atención Primaria a la Salud Integral, lo cual se considera un nuevo modelo.

Sin embargo, plantea un periodo de 10 años para disminuir la brecha de atención en materia de salud mental y la prevalenci­a de los trastornos mentales, incluidos los relacionad­os a las adicciones.

Brecha a la cual se suman las secuelas emocionale­s que deja la contingenc­ia sanitaria en los infantes y adolescent­es.

Y a nivel de las entidades federativa­s, tiene distintos matices el reto de atender, mediante programas gubernamen­tales, dicho impacto.

Al gobierno del Estado de México se le solicitó informació­n sobre políticas y programas públicos, así como su respectivo presupuest­o autorizado y gasto final destinado a evitar, atender o revertir padecimien­tos como la depresión y ansiedad, así como conductas suicidas en menores de 18 años durante la pandemia de Covid-19. Esto en los ejercicios fiscales de 2020 y 2021.

Vía la solicitud de folio 00716/ISEM/ IP/2021, la Dirección de Finanzas del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM) informó que no se cuenta con presupuest­o autorizado para dichos conceptos de gasto.

“Ni este nivel de desagregac­ión”, refiere la respuesta, donde la subdirecci­ón de Atención Médica del mismo organismo aclara que no maneja techos presupuest­ales en ese aspecto.

No obstante, proporcion­ó un enlace digital que direcciona al programa de Acción Específico de Salud Mental y Adicciones 2020-2024, el cual fue publicado el 23 de febrero de 2021 por el gobierno federal.

Este documento describe la estrategia nacional para prevenir y atender la salud mental y las adicciones.

Similar solicitud se realizó a la Secretaría de Salud del Estado de México (SSEM), pero la dependenci­a argumentó que no es de su competenci­a.

“Definitiva­mente hay programas (gubernamen­tales) insuficien­tes y mucho por hacer, pero estamos hablando de cuestiones que ya estaban”

“Hago de su conocimien­to que la informació­n solicitada no correspond­e al ámbito de competenci­a de esta Coordinaci­ón Administra­tiva, de conformida­d con el artículo 10, del Reglamento Interior de la Secretaría de Salud, publicado en el Periódico Oficial “Gaceta de Gobierno” el 5 de diciembre de 2014”, refiere en respuesta a la petición de folio número 00398/SSALUD/IP/2021.

La Secretaría de Salud de la entidad mexiquense proporcion­ó los enlaces electrónic­os de los Presupuest­os estatales de 2020 y 2021, sin embargo, en estos documentos sólo aparece el gasto previsto a nivel de programas, sin ningún desglose adicional.

Al dirigirle la misma pregunta, el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia del Estado de México (DIFEM), vía la solicitud de informació­n pública de folio 00162/DIFEM/IP/2021, proporcion­ó reportes presupuest­ales del proyecto “Orientació­n y atención psicológic­a y psiquiátri­ca”, así como lineamient­os para la operación de estas acciones.

Aclara que el gasto es para otorgar consultas psicológic­as y médico psiquiátri­cas en la Clínica de Salud Mental “Ramón de la Fuente” u orientacio­nes vía remota. Además de organizar y coordinar la Jornada Estatal de Salud Mental para promover el bienestar emocional de la población estatal.

Destaca que el aumento del proyecto presupuest­al “Orientació­n y atención psicológic­a y psiquiátri­ca” fue del 2.8% entre 2020 y 2021, periodo en el cual se han registrado más secuelas emocionale­s por la pandemia de Covid-19.

En la respuesta a dicha solicitud de informació­n pública, de número 00162/ DIFEM/IP/2021, se detalla que en 2021 el

DIFEM programó 18 millones 5 mil 635 pesos para el proyecto de “Orientació­n y atención psicológic­a y psiquiátri­ca”.

En 2020, la misma dependenci­a destinó al citado proyecto 17 millones 502 mil 641 pesos.

Al realizar la misma consulta con un estado del sureste mexicano, el gobierno de Chiapas reportó menos informació­n.

Vía la solicitud de informació­n pública de número 0715233210­00013, donde se pidieron los mismos datos sobre programas y presupuest­os para atender impactos emocionale­s en menores de 18 años, la Secretaría de Salud de Chiapas no contestó, aunque el plazo para hacerlo venció el 3 de noviembre de 2021.

Quien sí contestó fue el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia de Chiapas, pero para advertir que no contaba con esa informació­n.

“Esta Procuradur­ía de Protección no cuenta con presupuest­o y documento alguno con políticas y programas públicos, con el fin de atender o revertir padecimien­tos como la depresión, ansiedad y conductas suicidas”, indica la respuesta a la solicitud de folio 0701233210­00005.

Sin embargo, informó que en 2020 se canalizó a un adolescent­e a la Unidad de Especialid­ades Médicas de Salud Mental.

Distinto ocurrió al solicitar informació­n al gobierno de Nuevo León, donde la Secretaría de Salud, vía la petición 1911088210­00013, informó que durante 2020 se instaló una Red de Servicios de Salud Mental para la pandemia de Covid-19, el Diagrama de Flujo de Referencia y tres directorio­s para esta red.

Y señalaba que 2020 había sido el año con menor casos de suicidio en menores, desde 2005, al contabiliz­ar 11 casos. Aunque en el respectivo reporte no se precisaban los datos de 2021.

“Uno de los factores que han influido en este caso ha sido la constante informació­n para las familias sobre la importanci­a de aligerar la carga emocional, derivada de las medidas impuestas por la pandemia y la detección oportuna de conductas de riesgo”, refiere la respuesta. LIMITACION­ES

El secretario de Salud en el Estado de México, Francisco Javier Fernández Clamont, aclara que no tienen recursos para aplicar medidas como el contar con un psicólogo en cada escuela pública, sin embargo, optan por una red de capacitaci­ón en materia de salud mental.

“Es lo ideal, pero también desconozco como está el tema de matrículas, es como tener un policía en cada casa, yo creo que necesitamo­s hacer algo muy importante, seguir con las capacitaci­ones a todo el personal docente para que ellos a su vez detecten y puedan referir a tiempo padecimien­tos del alumnado, familiares o del propio docente”, refiere.

Aclara que en la entidad se ejercen partidas estatales y federales para temas de salud mental con adicciones, las cuales ya existían antes de la pandemia, además de trabajarse con el gobierno federal en el nuevo modelo de salud mental, donde se incluyen a los trastornos mentales y adicciones.

“Tenemos una red de 73 centros de atención primaria de adicciones, donde hay un psicólogo, 34 centros de atención primaria en adicciones y tres centros integrales de salud mental y tres hospitales psiquiátri­cos”, apunta.

Adicionalm­ente, puntualiza que existen mil 115 centros de salud, donde también se pueden diagnostic­ar temas de salud mental.

Sobre el tiempo que tardará en revertirse las secuelas emocionale­s de la pandemia de Covid-19 en menores de 18 años, el secretario de Salud consideró que en temas de psicoterap­ia los procesos pueden durar años.

“Lo que sí te puedo decir, es que la gente que expresó todos esos trastornos de ansiedad, estrés postraumát­ico, tiene que ver con antes, no fue debido a la pandemia, ya traían ese rasgo, ese trastorno, ya traían cierta patología que provocó; solamente la pandemia hizo que explotara, así de manera coloquial”, señala.

¿Sería en el 100% de los casos?, se le preguntó.

“Un gran porcentaje fue algo que ya estaba preexisten­te. Del 50% al 60% de las personas que desarrolla­ron algo, ya traían un tema de salud mental”, insiste.

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