Lula, el político
Para la memoria el 3 de marzo del 2022. Luiz Inácio Lula da Silva visitó el Senado de la República. En esa cercanía quedó manifiesto su talento político y su calidad humana. Sin simulaciones, su arrolladora sencillez, su carisma, trascienden los rígidos protocolos.
Es común observar a políticos encumbrados en el oropel y la arrogancia del poder, sin embargo, Lula, cautiva a través de su personalidad emanada de la empatía con la gente. Ese día, en la sala de protocolo de la Junta de Coordinación Política, el expresidente de Brasil recordó uno de los pasajes que lo marcaron de por vida: la primera vez que fue invitado a participar en una reunión del G8. “Yo era un simple metalúrgico que se había convertido en presidente”, recordó.
Visiblemente emocionado, contó que, en esa ocasión, supo cuál era su lugar frente a los mandatarios más poderosos del planeta. Ahí estaba George W. Bush, Tony Blair, Jacques Chirac. “Quién de estos presidentes conoce lo que es una fábrica por dentro. Quién de estos presidentes ya estuvo desempleado. Quién pasó hambre aquí (…) Entonces, lo que sucedió conmigo fue algo muy grande. Y pensé: ‘estoy aquí porque yo represento una parte del mundo que no es escuchada, (…) por los que no tienen derecho a ir a la universidad, por los niños que mueren desnutridos, por los niños que pasan hambre. Voy a entrar y voy a hablar fuerte. Porque yo no tengo su formación (académica), pero yo soy más importante que ellos’. Ese valor hizo que yo pudiera ejercer la presidencia”.
Las palabras de Lula sintetizan la auténtica vocación por la política, la cercanía con los más desprotegidos más allá de ideologías. Cuando gobernó Brasil, su mayor virtud fue ser aliado de los más desprotegidos sin romper con los grupos del poder, los empresarios. Para Lula da Silva, la democracia “no es una media palabra, es una palabra completa”. La democracia significa la inclusión de todos y con todos. Tan es así que diseñó un proyecto incluyente y sensible, es decir, la armónica relación de todos los sectores. El resultado, el progreso como oportunidad de vida. En una década sacó de la franja de la pobreza a 30 millones de brasileños.