Justicia a modo
Se vincula a proceso a una funcionaria pública y un exgobernador, posiciones de primer nivel. En Nuevo León, el conocido como “Bronco”, Jaime Rodríguez, fue a dar a la cárcel de Apodaca. En la CdMx, la alcaldesa, Sandra Cuevas, tendrá que pasar por las vi
Claudia Sheinbaum es la viva imagen de su protector, AMLO. Fiel al camino que le fija, repite como loro las mismas cantaletas. Sin el mínimo carisma, la que ya se siente ocupante de la silla embrujada en el 24, consciente de la urgencia de recuperar lo perdido en la capital -a raíz de la última elección-, despoja a la señora Cuevas de su cargo, en una faceta del “cuando no gana, arrebata”. Sandra Cuevas se llevó más de 120 mil votos, en el perímetro que representa el corazón del país. En él se asientan los tres Poderes de la Unión, dominio que perdió estrepitosamente Morena, a extremos de que, la susodicha jefecilla no se iba a quedar con la espina clavada y arremetió contra la que arrasó en las urnas.
Las acusaciones, si no tuvieran graves consecuencias, son como de risa. Se le abrió el expediente por maltrato físico a un par de policías capitalinos -la Cuevas mide poco más de 1:50 metros-, a los que, ni subida en una escalera hubiera podido alcanzar con algún golpe. Por robo agravado y en pandilla, porque les quitó los celulares y discriminación, al habérsele escapado alguna palabreja de las que se consideran de carretonero.
El pliego que salió de las vergonzosas oficinas de la Fiscal, Ernestina Godoy, es un dechado de falacias, producto de la imaginativa mente de la señora que se ha convertido en el brazo justiciero de su patrona, la Sheinbaum. Manipulan a juececillos capaces de retorcer la ley e incriminar inocentes. En 60 días, podrá mandar una terna de candidatos al Congreso local, del que saldrá la nominación de un nuevo alcalde que, suponemos, será de Morena. Indignante el calibre de ataque a una democracia que se había confirmado en las urnas. Pierde la CdMx, en manos de una personaja autoritaria y pierde la República entera, ante semejante transgresión.
Y Samuel García, actual mandamás de Nuevo León, está bueno para hablar. Vociferó que no va a permitir la mínima corrupción y todo un demagógico blablablá, ante la aprehensión de el Bronco.
Al exgobernador se le consignó por una denuncia del 2018, en relación al desvío de fondos públicos para obtener firmas que le permitieran convertirse en candidato presidencial. La presentó, en aquel momento, el mismo Samuel García, entonces senador.
Y Samuel García, está bueno para hablar. Vociferó que no va a permitir la mínima corrupción