DISEÑADO Y ELABORADO EN NUESTRO PAÍS, PRESUME DE UNA IMAGEN SPORT, VANGUARDIA TECNOLÓGICA
Aunque se trata de un BMW en toda la extensión de la palabra, el 220i que tuvimos frente a nosotros en Autos OEM, lucía radiante y con un peculiar color morado; un coche de linaje alemán, pero de cuna mexicana. Te contamos las razones:
Primero, porque José Casas, uno de los grandes talentos mexicanos que trabaja para la marca, fue el encargado de darle forma a este coche, inspirado en los trazos del BMW 2002 de finales de los años 60; el resultado es un sedán compacto, pero muy enérgico; otra razón que lo hace muy de México es que se fabrica en la planta de San Luis Potosí, este es llevado a 51 mercados alrededor del mundo. Más orgullosos no podríamos estar de poder manejarlo.
Estéticamente la forma y proporciones de un coupé están perfectamente definidas, en la carrocería, a lo largo del cofre, en las dos puertas, en su pronunciada caída del techo y en la parte trasera.
En el interior encontramos materiales y ensambles de gran calidad, un habitáculo compacto, pero que no te encierra, y sobre todo orientado hacia el conductor.
Bajo el cofre tenemos el motor de cuatro cilindros de 2.0 litros turbo, que genera 184 caballos de fuerza y 221 libras-pie de torque, el cual está acoplado a una transmisión automática de 8 velocidades.
Mientras se pone en movimiento es fácil darse cuenta de que se trata de un coche orientado al manejo confortable, con reacciones suaves al toque del acelerador, una dirección que no se siente tensa y un esquema de suspensión que busca el equilibrio en cada cambio; este es definitivamente un modelo que prioriza la comodidad.