DEVASTAN MARIÚPOL; NO QUEDA NADA ALLÍ
KIEV. Rusia está arrasando al asediado puerto ucraniano de Mariúpol hasta convertirlo en “cenizas de una tierra muerta”, dijo el ayuntamiento local, describiendo otras dos enormes y superpotentes bombas que cayeron sobre la ciudad que ha estado aislado durante semanas.
“No queda nada allí”, dijo el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en un video dirigido al parlamento italiano.
Un funcionario estadounidense, citado por el diario británico The Guardian, afirmó que las fuerzas rusas se encuentran ahora dentro de la ciudad sureña que se encuentra entre Crimea y la región separatista del Donbás.
El Departamento de Defensa de EU señaló que barcos rusos bombardeaban la ciudad. Según el Pentágono, se tienen indicios de que embarcaciones rusas en el mar de Azov están contribuyendo al asalto de la localidad portuaria de Mariúpol con el disparo de proyectiles.
La dura situación de la ciudad de 400 mil habitantes antes de la guerra, ha sido la emergencia humanitaria más urgente desde que Rusia invadió Ucrania hace casi un mes. Se cree que cientos de miles de residentes están atrapados bajo bombardeos casi constantes, sin acceso a alimentos, agua, electricidad o calefacción.
Más de 200 mil personas están atrapadas en Mariúpol, descrita por quienes consiguieron salir de allí como “un infierno helado lleno de cadáveres y edificios destruidos”, según un informe de Human Rights Watch.
“Sabemos que no habrá espacio suficiente para todos”, pero “intentaremos llevar a cabo la evacuación hasta que hayamos sacado a todos los habitantes de Mariúpol”, dijo la vice primera ministra ucraniana, Iryna Vereschuk.
Las fuerzas rusas “no están interesadas en la ciudad de Mariúpol, quieren arrasarla, reducirla a cenizas”, dijeron las autoridades. Los ataques se dan en el momento en que miles de civiles trataban de huir de la ciudad. Para la evacuación se diseñaron tres trayectos entre esta ciudad y Zaporiyia, a más de 200 km al noroeste.
Mariúpol, a orillas del mar de Azov, ha sido bombardeada sin tregua y más de dos mil personas han muerto desde el inicio de la invasión rusa.
DETERMINADOS A RESISTIR
Kiev, bajo toque de queda, está determinada a resistir al embate de las tropas rusas. La capital ucraniana vive en compás de espera de los próximos movimientos de Rusia, quien aseguró que tomarán Kiev en un lapso de tres semanas.
“En el peor de los casos moriremos, pero nunca nos rendiremos”, afirmó su alcalde, Vitali Kitschko, ante el Consejo de Europa.
El alcalde prometió a representantes locales y regionales de 46 países europeos que “los rusos no entrarán jamás en Kiev”, porque para ello han fortificado “cada edificio, cada calle, cada rincón de la ciudad”.
Durante la ofensiva, al menos una persona murió en un ataque con dron contra un instituto científico del noroeste de la ciudad, dos días después de que ocho personas fallecieran en el bombardeo de un centro comercial.
Rusia justificó aquel ataque asegurando que el edificio se utilizaba como un depósito de armamento.
En el este, al menos 12 civiles murieron y 19 resultaron heridos en bombardeos rusos realizados horas antes contra Adviivka, en la región de Donetsk, informó Liudmila Denisova, encargada de derechos humanos del Parlamento ucraniano.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, pidió que se dé “una oportunidad a la paz”, parando “esta guerra absurda” e “imposible de ganar”.
Los expertos ucranianos y occidentales creen que la guerra no está evolucionando como el Kremlin había planeado.
Las fuerzas rusas se están quedando sin reservas, apuntó el portavoz del Pentágono, John Kirby, señalando que los rusos “están frustrados” y “estancados”.
El comando militar de Ucrania aseguró que 300 soldados rusos desertaron en la región de Sumy. Incluso en las zonas capturadas por Rusia persiste la resistencia.
V. KITSCHKO ALCALDE KIEV “Los rusos no entrarán jamás en Kiev, porque hemos fortificado cada edificio, cada calle, cada rincón de la ciudad”