Escandalosa consulta de Estado
Como nunca se había visto, se saltan las formas más elementales y se viola la ley como si no existiera. Se burlan con cinismo de estas transgresiones y aprovechan para seguir denostando al Instituto Nacional Electoral. De no creerse lo que estamos viviendo.
Empezó la pseudo “promoción” de la Consulta de Revocación, del próximo 10 de abril, con las “vacaciones” de un número impresionante de servidores públicos, que pidieron permiso en el trabajo -según su gurú de Palacio- para irse a cantar las alabanzas de lo que será una “ratificación”.
Ratificación del ego de un dictadorzuelo de pacotilla, que, desde su tribuna diaria ataca desmesurado al organismo que nos dio elecciones libres, en esta República en la que la dictablanda ponía a los triunfadores.
Gracias a la creación del entonces IFE conseguimos que nuestro voto fuera válido y contara, a fin de tener a los gobernantes que elegimos y no los impuestos.
AMLO busca tirar todo este avance a la basura. Su obsesión por destazar al Instituto Nacional Electoral, habla de sus inseguridades y su demencial ambición de seguir siendo parte de una historia, a la que, como cualquier otro episodio de la vida nacional, le llegará el juicio y con seguridad, no será lo positivo que él cree.
La desbandada la encabezó el secretario de Gobernación, el que, para colmo de arbitrariedades, voló en un avión militar, junto al presidente de Morena -Mario Delgado-, en sus “visitas” a diversas entidades. Con un cinismo estratosférico, tuvo reuniones con militantes, a los que dijo, entre otras lindezas, que “los consejeros del INE se irán con la cola entre las patas”. Fue a repetir la cantaleta majadera y destructiva de su jefe.
La movilización de todos los recursos del Estado, para ”animar” a la gente a ir a votar la estéril e inútil consulta, ha sido de campeonato. Carteles, hasta en el último rincón del territorio, uso de cuanto programa social hay, compromiso de los gobernadores morenacos a llenar las urnas, utilización del padrón, movilización de los siervos de la nación y funcionarios, de casa en casa, convocando a asistir a la jornada dominical, algo sin precedente que reitero, jamás habíamos visto.
La falta de respeto, incluso a la Constitución,
a los ojos de todos, sin pudor alguno. El culto a la personalidad de López se vuelve similar al que se le tuvo a Chávez, o a Fidel Castro, o a cualquiera de los tantos tiranos que han infestado a Latinoamérica.
En manos, como estamos, del Ejército, el jefe de la Guardia Nacional -Luis Rodríguez Bucio-, asistió a los mítines de Delgado y de Adán Augusto López, incluso con su ropa de trabajo. A lo que se ve, las Fuerzas Armadas pierden su imparcialidad, se involucran en la política y se declaran partidarios de la 4T.
Y en medio de la barbarie de inseguridad en la que estamos, el subsecretario del ramo, Mejía Berdeja, también tomó “vacaciones” -según lo dijo AMLO- y se largó tan orondo a la campaña, en tanto la mandamás, Rosa Icela Rodríguez, tiene Covid. ¿Y Michoacán, Zacatecas, Colima y las cabezas que aparecen por todas partes y el horror cotidiano del número de asesinados? ¡Bien, gracias!
Solo un inconsciente colaboraría con su voto a un ejercicio a este grado manipulado. Si poca convocatoria había, por lo inútil de la consulta, menos deberá haber por los excesos de una maquinaria de Estado a la que echaron a intentar aplastar la libre decisión de la sociedad.
AMLO busca tirar todo este avance a la basura. Su obsesión por destazar al Instituto Nacional Electoral, habla de sus inseguridades y su demencial ambición de seguir siendo parte de una historia, a la que, como cualquier otro episodio de la vida nacional, le llegará el juicio y con seguridad, no será lo positivo que él cree.