Chihuahua llama a la conservación
Por otra parte, en la ciudad de Chihuahua se tienen asegurados recursos hídricos con una disponibilidad de entre 17 y 20 años; sin embargo, se han implementado estrategias por parte de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento para extender el tiempo que separa a la población del abatimiento de las fuentes de agua para su subsistencia; además de que la Academia, alienta a la responsabilidad y conciencia con el preciado recurso, y ciudadanos organizados civilmente, inciden para conservar el bien más preciado de Chihuahua, su agua.
Carmen Julia Navarro, especialista en temas hídricos, explica que estos recursos se dividen, conforme a su fuente, en agua superficial y agua subterránea; ambos necesitan una atención especial. Sin embargo, la mayor fuente con que se abastecen los diferentes usos y la mayoría de las actividades socio económicas y del consumo humano es el agua subterránea.
“La situación es crítica porque vemos que conforme los datos oficiales que maneja la Conagua, es mayor el grado de presión y sobre explotación de estos acuíferos. El manejo del agua subterránea es la suma de diversos esfuerzos individuales; también es difícil, porque no se ve. No nos preocupamos por ella, porque entre más profundo excavemos, podemos sacar el agua, pero eso significa mayor polución del agua”, detalla.
Los 61 acuíferos que hay en el estado de Chihuahua, donde están emplazadas las ciudades más importantes, están sobreexplotados con el doble de extracción, por la recarga que se tiene. Sin embargo, los acuíferos con mayor problemática son los destinados al uso agrícola, donde es preocupante que llegue el Día Cero.
“Cada acuífero tiene una posibilidad de un tiempo determinado que depende del grado de sobre explotación y conciencia que hagamos. Estamos a tiempo para tomar medidas para estabilizar esa explotación y que cada vez alarguemos más que llegue el Día Cero, porque esa agua ya no se va a recuperar”, explica la especialista.
Cuando los acuíferos se agotan, detalla, el suelo se compacta y se pierden los espacios naturales donde se almacena el agua subterránea.
Además, la forma de precipitaciones en la ciudad de Chihuahua, un promedio de 11 días al año y se captan 150 mm por día, no permite la recarga de acuíferos.
Sin embargo, el director de la Junta Municipal de Agua y Saneamiento de Chihuahua, Alan Falomir, considera que en la ciudad no existe una problemática tan grande como para estimar un Día Cero, “porque el 98.5% que utilizamos para nuestras redes de agua potable provienen de fuentes hídricas subterráneas -160 pozos-; es diferente a Monterrey, porque ellos distribuyen en su agua potable de presas. Aquí, de la Presa Chihuahua tomamos 1.5% de lo que suministramos en la ciudad”.
Actualmente hay 148 pozos en funcionamiento completo, y el resto, están en reparaciones.
El funcionario municipal acota que hay acciones que están realizando para evitar los abatimientos en los pozos.
“Si nos quedáramos sin hacer ninguna acción, quizá ese Día 0 llegaría entre 17 y 20 años. Pero estamos haciendo trabajos y estudios preventivos, junto con la Junta Central y otros entes públicos. No hay riesgo ni a corto, mediano ni largo plazo para Chihuahua”, afirma.
En contraste con el optimismo oficial, el colectivo medio ambientalista Salvemos los Cerros de Chihuahua enlista los factores que acercan a la ciudad a ese día catatrófico: la desigualdad en el acceso al agua, la falta de una gestión democrática, transparente, científica y efectiva del agua, y la política de sobre explotación que, advierten, conduce al precipicio.
“Es indignante que mientras muchas familias tienen agua de pipa por tandeo, o tienen agua sólo un par de horas al día y deben juntar agua con tambos o de plano familias que no tienen acceso al agua como en la colonia Adición Rubén Jaramillo del Cerro Coronel, las grandes industrias y agro industrias consumen cantidades masivas de agua”, manifiesta.
El colectivo se pronuncia porque “Agua para la vida y no para el capital y sin cerros no hay agua, sin agua no hay vida. No queremos ser como Monterrey, tenemos la capacidad intelectual y financiera como gente de Chihuahua para prevenir esta gran crisis que se avecina, pero debemos ser firmes y contundentes para dejar atrás los intereses minoritarios de grupúsculos que imponen la escasez, la contaminación y la destrucción de las cuencas hidrológicas”.