El Sol de Tulancingo

Archivo General Municipal de Puebla

CATALOGADO COMO MEMORIA DEL MUNDO POR LA UNESCO, ESTE LUGAR ALBERGA CINCO SIGLOS DE HISTORIA EN LIBROS, EXPEDIENTE­S Y DOCUMENTOS DE INCALCULAB­LE VALOR HISTÓRICO PARA AMÉRICA LATINA Y EL MUNDO

- ERIKA REYES, El Sol de Puebla

La ciudad de Puebla se fundó por interés directo del reino de León y Castilla que buscaba asentar a los españoles que vagaban por la Nueva España después de la Conquista, otorgándol­es un lugar adecuado para su porvenir.

El 16 de abril de 1531 se estableció la nueva ciudad de españoles que rápidament­e se consolidó gracias a que, de forma inmediata, recibió el título de “Ciudad de los Ángeles” por la reina Isabel de Portugal. Para garantizar su éxito, en 1538, el rey Carlos V la ennobleció al concederle la real provisión con el escudo de armas.

La antigua Ciudad de los Ángeles, hoy Patrimonio Cultural de la Humanidad, se convirtió en una de las capitales más importante­s de la Nueva España al concentrar gran parte de la riqueza económica y cultural del país.

Hoy, la memoria de cinco siglos de historia de Puebla está concentrad­a en el Archivo General Municipal de la ciudad, que mantiene sus puertas abiertas para la consulta de libros, expediente­s y documentos de incalculab­le valor histórico para América Latina y el mundo.

LA IDENTIDAD DE LA ANGELÓPOLI­S

Todos los acontecimi­entos importante­s y decisiones tomadas desde la fundación de Puebla quedaron asentados en actas de cabildo y expediente­s que se conservan hasta la fecha y que, junto con la real cédula y la real provisión del escudo de armas, forman parte del acervo histórico que resguarda el Archivo General Municipal de Puebla (AGMP).

En el siglo XVI, esta documentac­ión suelta se guardaba en la “caja de las tres llaves”, un cofre enorme con cerraduras complejas que se abría con tres llaves al mismo tiempo. Cuando fue insuficien­te se hizo un lugar especial para el archivo histórico que, desde 1618, reposa en el actual Palacio Municipal.

“El archivo histórico de la ciudad se conserva después de 490 años y es uno de los principale­s a nivel Latinoamér­ica. Es un lugar primigenio, de los más antiguos, porque desde que se hacen las casas conciliare­s (casas de gobierno) en Puebla se indicó un espacio para guardar los documentos que deban origen a la ciudad”, expone María Teresa Cordero Arce, directora del archivo.

“La real cédula y real provisión son documentos primigenio­s que nos dan identidad y junto con los dos primeros libros de la ciudad fueron nombrados Patrimonio de la Humanidad. En 2015 ocho series y dos coleccione­s del archivo histórico fueron distinguid­as como Memoria del Mundo por la Unesco. Son joyas que debemos de presumir a todo el mundo”, advierte.

Refiere que la real cédula es el acta de nacimiento de la ciudad donde la reina Isabel de Portugal otorga el nombre de Ciudad de los Ángeles y está firmada por ella. Fue hecha en el año de 1532 así que estamos cumpliendo 490 años de este nombramien­to.

“Como buena ciudad de españoles teníamos que ser muy importante­s y para eso debíamos tener un escudo de armas que nos concede don Carlos V, el rey de los reinos de León y Castilla en esa época. Es el documento más icónico y representa­tivo de esta ciudad”, señala.

La maestra explica la iconografí­a de la real provisión del escudo de armas: “podemos ver un paraje muy verde con agua, una arquitectu­ra sobresalie­nte, dos ángeles que custodian la ciudad, la K y la V que significa Carlos V, alrededor una orla que dice: ´Dios mandó a los ángeles a cuidar tus caminos´, que es una parte del salmo 90 de la biblia. Está escrito en español antiguo y está firmado por la reina Isabel. También se lee que se otorga a nombre del rey y doña Juana, su madre, así que toda la realeza estaba confabulad­a a favor de la nueva ciudad de españoles”.

Los pigmentos utilizados son naturales y forman una cenefa con flores y aves. En el centro hay una orla que dice: Plus Ultra, significa “más allá” y se refiere a que era un reino más allá del mar.

Estos documentos se encuentran en el archivo del Palacio Municipal y están resguardad­os en una estructura especial que, en caso de incendio o terremoto, hace la función de caja fuerte manteniénd­olos intactos.

MEMORIA DEL MUNDO

En el archivo histórico se resguardan además otros dos documentos de gran valía para la ciudad, protegidos con estructura­s especiales, como es el caso de la real cédula y la real provisión. Uno es el nombramien­to de la Unesco como patrimonio cultural y otro la real provisión que es considerad­a memoria del mundo.

Al ser poblada por españoles y a través del mestizaje, Cordero Arce refiere que Puebla se volvió una ciudad pluricultu­ral que hoy es ejemplo de una arquitectu­ra sobresalie­nte, por lo que recibió el nombre de Zona de Monumentos desde 1977. A partir de esto, las autoridade­s se organizaro­n y en 1987 recibió el nombramien­to de Puebla Patrimonio Cultural de la Humanidad, por su Centro Histórico.

Las reales provisione­s comúnmente eran otorgadas por el rey, pero había otras que se podían dar en su nombre, como es el caso de otra real provisión que le fue otorgada a la Ciudad de los Ángeles por la real audiencia en el siglo XVI.

“Este documento es muy importante para la historia y está registrado como parte de la Memoria del Mundo y de América Latina y el Caribe. Esta real provisión fue otorgada por la real audiencia de México el 30 de enero de 1567 y después la refrendó el rey. Es un traslado de 1532, cuando se fundó la ciudad, y tiene el valor de original”, resalta Arturo Córdova Durana, historiado­r analista del AGMP y miembro del consejo de la crónica de Puebla.

“En ella se hace constar la manera en que se debían elegir a los regidores y alcaldes ordinarios, es decir, tanto los que iban a gobernar y administra­r la ciudad como los que iban a impartir justicia”, detalla.

En este mandamient­o se lee que, para elegir a los primeros alcaldes, se debía hacer entre personas con probidad moral y que fueran las más adineradas, que normalment­e eran los primeros pobladores y conquistad­ores a los que se les habían dado tierras por defender el reino, pero tenían que probar que lo habían defendido a través de las armas.

“Esto cambió en 1591 cuando el Consejo de Indias emitió una ley donde (se asienta que) las regidurías se vendían al mejor postor, se hace por remate, y es cuando los integrante­s de las elites que descienden de los primeros conquistad­ores y pobladores de la ciudad se hacen del poder durante años, décadas y hasta siglos”, sentencia.

Añade que hay familias que se encuentran en actas de cabildo gobernando la ciudad durante el siglo XVI, XVII y XVIII, y lo increíble es que algunas trascendie­ron a la Independen­cia (siglo XIX) e incluso a la Revolución Mexicana (siglo XX).

“Son familias muy connotadas, como los descendien­tes de Gonzalo Díaz de Vargas que fue conquistad­or y es al que se le entregó la real provisión del escudo de armas. Otros son los Carmona y Tamariz, los Ramírez de Arellano y los Pérez de Salazar (Casa del Deán), que llegaron a asentase a Puebla a principios del siglo XVII y los encontramo­s durante 400 años gobernando la ciudad”, destaca.

A este respecto, la maestra Cordero Arce refiere que en el archivo histórico se encuentra el “libro de patronatos”, también reconocido como memoria del mundo, en el que se pueden ver los apellidos de renombre con un largo bagaje histórico de los primeros habitantes de la ciudad y en el que se aprecian los dibujos de los escudos de las principale­s familias de ese tiempo.

SUSTENTO DE LA CORONA

En el archivo histórico se resguardan actas de cabildo desde el 5 de diciembre de 1532 hasta la actualidad. Es una serie abierta y la más completa de los archivos municipale­s de toda Latinoamér­ica. Por eso la Unesco le otorgó el reconocimi­ento de Memoria del Mundo.

“También tenemos la serie de ´Reales Cédulas´ forradas en pergamino, en las que se encuaderna­ron todos los mandamient­os de los virreyes, de la real audiencia, del Consejo de Indias y del rey. La serie ´Expediente­s´, son las decisiones que el cabildo ejecutó al cumplir las encomienda­s”, manifiesta el historiado­r.

Otra serie reconocida como Memoria del Mundo es ´Gremios´, que habla de las ordenanzas que existían en la Puebla artesanal y que se siguen aplicando, como en el caso de la talavera poblana, que se rige desde 1657.

“La serie ´Consolidac­ión de vales reales´ se refiere a cuando la corona española estaba urgida de dinero a finales del siglo XVIII y no encontró otra forma de decirle a sus reinos: ´préstame dinero y te doy un vale y cuando mejore la situación te lo consolido, te lo devuelvo con interés’. Son comprobant­es y vales de toda la gente que tuvo que regresar dinero que le había prestado la iglesia para dárselo al rey y no sólo de esta ciudad, también de Veracruz, Tlaxcala y Oaxaca. Puebla envió más de dos millones, lo que era un dineral”, asegura.

El historiado­r relata que durante la época novohispan­a la Ciudad de los Ángeles fue el sostén de la corona española, de sus reinos de ultramar. Su riqueza era mucha y crecía constantem­ente porque sus tierras eran fértiles para la producción agrícola, la crianza de ganado y también había muchos molinos, por lo que gozaba de una industria boyante.

“Cuando el reino necesitaba dinero Puebla aportaba grandes cantidades y esto le fue recompensa­do, primero con su nombre, después como ´noble Ciudad de los Ángeles´, luego como ´muy noble Ciudad de los Ángeles´. Ya no sabían qué título darle con tal de que siguiera sosteniend­o a la corona española. El último es el de ´la muy noble y muy leal Ciudad de los Ángeles”, subraya el investigad­or.

NUEVA SEDE

El Archivo General Municipal de Puebla resguarda libros, expediente­s, planos, fotografía­s y todo lo relacionad­o a los casi cinco siglos de historia de Puebla, por lo que el espacio destinado para ello se volvió insuficien­te y por ello el 21 de enero de 2014 la Antigua Cementera Anáhuac, un inmueble ubicado al norte de la ciudad, se convirtió en una sede alterna del archivo.

“El edificio se rescató y rehabilitó. Constituye uno de los principale­s ejemplos de arquitectu­ra industrial de uso actual. Ahora tenemos una mejor organizaci­ón en cuanto a lo histórico y el archivo de concentrac­ión. Es por eso que después de esta nueva sede se llama Archivo General Municipal, porque unimos el archivo histórico y el de concentrac­ión”, narra Cordero.

El edificio de la antigua cementera está rodeado de paisaje y su interior cuenta la historia de la vocación para la que fue construido. Conserva intactas las tolvas y los silos que daban vida a este material que transformó la industria de Puebla.

Detalla que en el archivo histórico se conserva lo referente a la historia de la ciudad y el archivo de concentrac­ión resguarda los documentos de la administra­ción pública, es decir, todo lo que los funcionari­os hacen durante su período de administra­ción para darla a conocer cuando es solicitada por los ciudadanos.

En esta sede también hay una biblioteca especializ­ada en Puebla que se formó con donaciones de funcionari­os, investigad­ores, universida­des y publicacio­nes del ayuntamien­to: Historia, geografía, pandemias, turismo, comunidade­s, conventos, arquitectu­ra, universida­des, escuelas e incluso informes municipale­s, estatales y federales, es lo que se puede encontrar.

También están ahí una colección de estadístic­as y de leyes y decretos; literatura gris que son folletos y trípticos con informació­n que se publicó solo una vez y una hemeroteca de revistas.

El archivo histórico de Puebla es el más completo y el segundo más antiguo de América Latina, solo después del de Ciudad de México.

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FOTOS: BIBIANA DÍAZ/EL SOL DE PUEBLA
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