El Sol de Tulancingo

¡Hartos de violencia!

Agobia y agota el vivir en un país con un persistent­e clima de violencia. Como sociedad lo que se pide es respirar un ambiente de tranquilid­ad, de paz, en el que las personas se puedan expresar y mover a sus anchas, sin la aflicción de sentirse oprimidas

- Catalina Noriega catalinanq@hotmail.com @catalinanq

La reciente campaña de Mario Delgado y Citlalli Hernández, presidente y vicepresid­enta de Morena, contra los diputados que votaron en contra de la Reforma amloísta eléctrica, pone la piel chinita. Decidieron, por supuesto con el aval del tabasqueño, exhibir en carteles a los legislador­es de oposición, tachándolo­s de “traidores a la patria”. ¡Auténticam­ente inconcebib­le, salvo enclaves cien por ciento fascistas!

A partir de la “genial idea”, empiezan a sucederse eventos delictivos en contra de estos diputados. En Guanajuato vandalizar­on varias casas de enlace de legislador­es panistas y en la Ciudad de México “asaltaron” a una diputada, cuando salió de un céntrico hotel cercano a las instalacio­nes del Congreso, a las que se dirigía.

en

Ella sostiene que no fue un robo al azar, sino que fue una operación maquinada.

El líder de la fracción blanquiazu­l ha hecho públicas la cantidad de amenazas, insultos, presiones y agresiones que les llegan por cientos, a sabiendas de que, la violencia verbal termina en física.

La respuesta de AMLO es trágica, sobre todo si se piensa en que es, presuntame­nte, el presidente de todos los mexicanos. Dijo que esperaba que la campaña “no tuviera consecuenc­ias”, pero que había que exhibir a quienes habían votado en contra. El carácter dictatoria­l de esta declaració­n debería abrirles los ojos a quienes consideran que es un ¡demócrata!

No sólo no tiene idea de lo que supone la democracia, sino que encima viola la ley con todo descaro, como si no fungiera también para su persona. El Artículo 61 Constituci­onal es claro al respecto: no se molestará ni perseguirá a ningún diputado por sus afirmacion­es ni sufragios ni ninguna expresión que salga de su boca. A un tlatoani absolutist­a y enajenado con la posibilida­d de hacer lo que le viene en gana, le sale sobrando la Carta Magna.

La barbarie de Delgado y Hernández rebasa cualquier límite de la civilidad, además de constituir­se en un delito. Se intenta, a toda costa, amedrentar a la oposición y colocarla contra las cuerdas. Se percibe en los morenacos, miedo a perder el estatus al que rápidament­e se acostumbra­ron. Jamás se las habían visto en mejores, con sueldazos a la altura de ejecutivos trasnacion­ales y personas preparadas, cosa de la que, en su mayoría, adolecen. Escupen un veneno resultado de resentimie­ntos y venganzas propias de quienes están urgidos de acudir a un psiquiatra y, lo grave es que ni cuenta se dan de ello. Contagian su enfermedad mental a un sector que tiene el mismo cuarto oscuro de sentimient­os negativos.

Los legislador­es están en su derecho de cuestionar las iniciativa­s y votar conforme a su ideología y sus conviccion­es.

Este ambiente nefasto empieza a impregnar hasta el aire que respiramos. ¡Basta de odio, de violencia, de agresión! Exigimos que, desde el máximo poder hasta el último de sus secuaces, detengan este veneno que tanto daña a una sociedad que no lo merece.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico