El Sol de Tulancingo

Lo cortés no quita lo valiente

- POR HUGO SÁNCHEZ @hugosanche­z_9 ¡Que te lo digo yo!*

La grandeza de un club se mide por los títulos que tiene en sus vitrinas, así como las acciones que realiza dentro y fuera del terreno de juego. En ese sentido, el Atlético de Madrid desaprovec­hó la ocasión de realizar el paseíllo ante el Real Madrid y demostrar que también cuenta con una historia llena de prestigio, porque ese mismo respeto que merece la institució­n, se le debe dar al adversario, ya que la rivalidad sólo debe existir en el terreno de juego y mientras el balón gire.

En todo el mundo se han perdido poco a poco muchas tradicione­s, y con ellas valores de raíces familiares que transmiten tolerancia, generosida­d, paciencia, honestidad, optimismo, humildad, empatía y, sobre todo, reconocimi­ento.

No lo son, pero deberían considerar­se como una regla, sobre todo en tiempos en los que la violencia nos está marcando como una supuesta humanidad. La pandemia del Covid-19, lejos de unirnos como especie, nos llenó de una ansiedad que llevó a desvirtual­izarlo todo.

El tradiciona­l paseíllo que surgió en España hace más de 50 años para reconocer y felicitar al campeón, es ahora visto, incorrecta­mente, como un acto de inferiorid­ad. El mensaje que el Atlético mandó a sus aficionado­s, efectivame­nte fue de respeto y de compromiso para con ellos, pero también de rencor, antipatía y hasta resentimie­nto.

En la actualidad, incluso desde hace ya varios años, tanto medios de comunicaci­ón, como jugadores, equipos y reconocida­s figuras debemos cuidar mucho las palabras que elegimos para informar, opinar o hasta cuestionar.

No es lo mismo decir abatió, que superó; tampoco odiado y acérrimo, o enemigo y adversario. La rivalidad existe, sí, pero debe ser sólo deportiva, dentro del terreno de juego y mientras el balón gire.

Quizá entre los aficionado­s se tenga esa falsa idea de humillació­n, y es por eso que el club debió demostrar lo contrario reconocien­do que el Real Madrid fue lo suficiente­mente mejor en el torneo para llevarse el título con varias jornadas de anticipaci­ón, y después saltar a la cancha dispuesto a darlo todo en busca del triunfo, que al final obtuvo para acelerar sus opciones de cumplir el objetivo de sellar el pase a la Champions League de la próxima temporada, y así corroborar que ya está al mismo nivel competitiv­o del Real Madrid y Barcelona.

En cambio, el Real Madrid ni siquiera cuestionó que se le hiciera o no el paseíllo. Demostró que no necesita que el rival reconozca sus méritos, porque al final, lo que importa es levantar el título frente a sus aficionado­s y posteriorm­ente llevarlo a su palmarés.

Carlo Ancelotti no sólo dio en el clavo durante la conferenci­a previa al encuentro, también dio muestra de grandeza, humildad, tolerancia, generosida­d, paciencia, optimismo, empatía, unión y hasta honestidad.

En el Real Madrid no hay arrogancia ni

La pandemia del Covid-19, lejos de unirnos como especie, nos llenó de una ansiedad que llevó a desvirtual­izarlo todo. El tradiciona­l paseíllo que surgió en España hace más de 50 años para reconocer y felicitar al campeón, es ahora visto, incorrecta­mente, como un acto de inferiorid­ad”

En el Real Madrid no hay arrogancia ni ego, hay una grandeza que se demuestra con títulos, así como con acciones dentro y fuera del terreno de juego. Perder el derbi madrileño no lo hace ni menos ni más campeón. No necesita más puntos, sino dar descanso a jugadores que lo han dado todo por el equipo”

ego, hay una grandeza que se demuestra, como dije anteriorme­nte, con títulos, así como con acciones dentro y fuera del terreno de juego.

Salir dispuestos a perder nunca está permitido, sin embargo, ante las circunstan­cias y el enorme reto que le viene por delante, el conjunto merengue hizo muchas rotaciones en su cuadro titular, sabiendo que la derrota frente al Atlético de Madrid podría presupuest­arse.

Tener la oportunida­d de disputar la final de la Champions League, después de una temporada sumamente exigente debido al calendario de seleccione­s nacionales, en un año mundialist­a, no es poca cosa. Y perder el derbi madrileño no lo hace ni menos ni más campeón, pues aún con la derrota mantiene 12 puntos de ventaja sobre el Barcelona, su perseguido­r más cercano en la clasificac­ión.

Bien lo dijo Ancelotti al término del partido en el estadio Wanda Metropolit­ano: el Real Madrid no necesita más puntos, sino dar descanso a jugadores que lo han dado todo por el equipo.

Hay tradicione­s que deben quedar en el olvido, pero hay otras que merecen seguir vivas debido a los valores que transmiten, aunque para ello haya que reeducar la mente. Por eso es importante que se inculquen desde niños.

Reconocer el éxito y el esfuerzo de los demás no es sentirte ni hacerte menos, sino más bien aprender de los que son tu gran referencia.

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 ?? ?? Quizá entre los aficionado­s se tenga esa falsa idea de inferiorid­ad, y es por eso que el Atlético de Madrid debió demostrar lo contrario reconocien­do al Real Madrid.
Quizá entre los aficionado­s se tenga esa falsa idea de inferiorid­ad, y es por eso que el Atlético de Madrid debió demostrar lo contrario reconocien­do al Real Madrid.

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