Bast y Lazca, los agentes caninos
Han localizado gente, descubierto narcóticos, salvado vidas y uno hasta detecta cáncer
Bast tiene es detectar el cáncer a través de olores que despiden personas con este padecimiento
Lazca colaboró
en el hallazgo del cuerpo de una persona que tenía 20 días desaparecida. Estaba en un peñasco de la cascada de La Sirena, en Atotonilco el Grande
La unidad canina de la Policía Estatal de Hidalgo, K9, cuenta con alrededor de 18 perros adiestrados que contribuyen en la labor de prevención y detección delictiva, así como en el cuidado y la protección humana; entre los más sobresalientes se encuentran Bast y Lazca.
Bast es un perro de raza criolla que a punto estuvo de ser sacrificado por vecinos del municipio de Emiliano Zapata, quienes lo descubrieron amarrado en una hacienda, sin alimento y en malas condiciones, antes de optar por “dormirlo” lo reportaron a la Policía, fue rescatado y adiestrado, pues en él descubrieron un súper olfato.
Roberto Ramírez, adiestrador canino de la ASEH, comentó que Bast ha localizado en diferentes escenarios, no solo de Hidalgo, a un promedio de 25 personas reportadas como desaparecidas, dos de estas en Aguascalientes y 16 que se vieron por última vez en Ixmiquilpan y logró encontrar en Huichapan.
Otra de las habilidades que Bast tiene es detectar el cáncer a través de olores que despiden personas con este padecimiento y aunque no hay un antecedente oficial en Hidalgo, la ASEH confirma que mediante pruebas el binomio canino lo ha hecho con el cien por ciento de efectividad.
EL MÁS VETERANO
En las jaulas de la Unidad Canina vive Lazca, un Pastor Belga que tiene 21 años de vida y 5 operando como agente canino en Hidalgo. Fue rescatado en Tizayuca, donde permanecía amarrado y con laceraciones en el cuello por la correa que tenía.
Alejandro Cruz, manejador canino, mencionó que Lazca se unió a las filas desde 2017 cuando se formó la también denominada K9 y entre sus habilidades más destacadas se encuentra la búsqueda, el cuidado y la protección. Colaboró en el hallazgo del cuerpo de una persona que tenía 20 días desaparecida. Estaba en un peñasco de la cascada de La Sirena, en Atotonilco el Grande.