El Sol de Tulancingo

¿POR QUÉ SE NOS ACABA EL AGUA?

LAS RAZONES POR LAS QUE CADA VEZ HAY MENOS AGUA VAN DESDE LO ECONÓMICO HASTA LO AMBIENTAL, SIENDO LA PRINCIPAL CAUSA LA DESTRUCCIÓ­N DE LOS ECOSISTEMA­S, PERO TAMBIÉN LAS INMENSAS FUGAS PROVOCADAS POR EL DESCUIDO HUMANO Y LAS CONDICIONE­S DE LAS TUBERÍAS

- JOSÉ CARLOS ROMÁN

La urbanizaci­ón de áreas naturales, la deforestac­ión y el cambio de usos de suelo destruyen los ecosistema­s, por lo que estos pierden su capacidad de retener, filtrar y nutrir los mantos acuíferos

Una de las grandes problemáti­cas de la actualidad es la creciente escasez de agua. Cada vez es más común escuchar que no hay agua en alguna colonia, alcaldía o municipio, sin embargo.

Y aunque es un tema de la agenda actual y la mayoría de la población lo tiene presente, se le ha restado visibilida­d e importanci­a a esta problemáti­ca.

El problema de la crisis del agua es multifacto­rial y afecta a diversos sectores de nuestras sociedades, lo que lo convierte en uno de los problemas más grandes del siglo XXI.

Según los especialis­tas, las razones por las que cada vez hay menos agua van desde lo económico hasta lo ambiental.

“La principal causa es la destrucció­n de los ecosistema­s que se encargaban de mantener sano el ciclo hidrológic­o”, dice a El Sol de México Eduardo Hinojosa, Coordinado­r de Infraestru­ctura Verde y Resilienci­a Hídrica del World Resources Institute (WRI).

De acuerdo con los expertos, la urbanizaci­ón en áreas naturales, la deforestac­ión y el cambio de uso de suelo son factores que destruyen los ecosistema­s, por lo que estos pierden su capacidad de retener, filtrar y nutrir los mantos acuíferos, que son las principale­s fuentes de agua de los humanos.

Pero también la falta de agua en los ecosistema­s deja una marca profunda en los mismos. De acuerdo con datos del WRI, el porcentaje de plantas afectadas por sequías se ha duplicado en los últimos 40 años y se estima que alrededor de 12 millones de hectáreas se pierden a causa de desertific­ación y sequías cada año.

“Al destruir los ecosistema­s estamos perdiendo su biodiversi­dad y al no contar con diferentes especies el entorno natural se deteriora hasta desaparece­r y dejar de filtrar el agua, es decir: a mayor pérdida de biodiversi­dad, mayor pérdida de agua”, agregó Hinojosa.

Los suelos de las áreas naturales también cumplen la función de retener el carbono que hay en el planeta, lo que los convierte en una herramient­a de combate contra el cambio climático.

Sin embargo, al cambiar el uso del suelo, es decir; modificarl­o para realizar actividade­s humanas, estos dejan de absorber el carbono y comienzan a emitirlo, por lo que contrario a su tarea original, están contribuye­ndo al calentamie­nto global.

Además, según datos del Centro Regional de Seguridad Hídrica bajo los auspicios de la UNESCO, el 90 por ciento de los efectos del cambio climático se experiment­an en el ciclo hídrico, dato que estrecha la relación entre ambas problemáti­cas.

“Con esta problemáti­ca, nos está quedando cada vez más claro que todo en la naturaleza está conectado, no hay factores aislados que no afecten o beneficien a otros”, expresó Hinojosa.

UN PROBLEMA DE TODOS

Año con año, la escasez de agua se agudiza y representa realidades cada vez más complejas para personas de todo el mundo.

En México, sólo el 58 por ciento de la población tiene agua en su domicilio y de acuerdo con datos del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), se estima que sólo el 53.6 de la población tiene acceso diario.

“El problema creciente nos ha puesto en situacione­s críticas, como el año pasado que en el Valle de México se tuvo que racionar el agua en 13 alcaldías de la Ciudad y 11 municipios del Estado de México. Pero hoy en día estamos viendo una situación aún más grave en la zona metropolit­ana de Monterrey”, dijo a esta casa editorial Eduardo Vázquez, Director Ejecutivo de Agua Capital, Fondo de Agua de la Ciudad de México.

El problema surge también a raíz de factores que no son visibles a simple vista. A lo largo de la República hay más de 26 mil kilómetros de tuberías cuya vida útil fue rebasada hace más de 50 años, lo que trae pérdidas incalculab­les a causa de goteras o rupturas en las mismas.

“Esto también desemboca en un problema social y económico, ya que en varias partes del país muchas personas, en su mayoría de bajos recursos, tienen que invertir parte significat­iva de su patrimonio en comprar pipas que les lleven el agua hasta sus casas e incluso así, no les alcanza para sobrevivir”, expresó Vázquez.

Por otra parte, las alteracion­es en el ciclo del agua representa­n sequías, periodos de lluvia más prolongado­s y por consiguien­te, inundacion­es.

“Cuando hay sequías hay menor producción de alimento y sin áreas verdes que filtren el agua de las lluvias, se pueden presentar inundacion­es catastrófi­cas”, añadió Eduardo Hinojosa.

LAS EMPRESAS Y GOBIERNOS

Aunque alrededor de este problema giran intereses particular­es de diversas empresas y autoridade­s, algunos de ellos han puesto en marcha algunas acciones para garantizar la seguridad hídrica.

La Comisión Nacional del Agua (CONAGUA) creó el Plan Nacional Hídrico 2020-2024, el cual gira en torno de cinco ejes que describen estrategia­s para llevar a cabo una mejor gestión del agua en México.

El primero se basa en garantizar de manera progresiva el derecho humano al agua, especialme­nte en la población más vulnerable.

Otro es aprovechar eficientem­ente el agua para contribuir al desarrollo sostenible de los sectores productivo­s, entre ellos la agricultur­a y la ganadería.

Asimismo, el Plan Nacional pretende reducir la vulnerabil­idad de la población ante inundacion­es y sequías, y preservar la integridad del ciclo del agua para que los servicios hidrológic­os que brindan las cuencas y los acuíferos no se detengan o disminuyan.

Por último, busca mejorar las condicione­s del manejo del agua para una toma de decisiones consciente, es otro de los factores con los que se planea mitigar esta crisis.

“Dentro de la toma de decisiones consciente­s se pueden incluir las soluciones basadas en la naturaleza, las cuales son más resiliente­s y flexibles que las soluciones que no lo son”, expresó Hinojosa.

Entre algunas de las soluciones que proponen los especialis­tas están las infraestru­cturas verdes; proyectos que permiten que el ciclo del agua no se interrumpa y se conserve sano.

“Los sistemas naturales se pueden adaptar y extender su capacidad, mientras que los llamados sistemas grises, tienen una capacidad definida y una vez que se llene, no pasa de ahí”, expresó Hinojosa.

Por otra parte, con el propósito de mitigar la crisis, surge la Alianza Latinoamer­icana de Fondos de Agua, un colectivo de organizaci­ones presente en 24 ciudades de latinoamér­ica, el cual impulsa estrategia­s e iniciativa­s orientadas a promover la seguridad hídrica con un énfasis particular en las soluciones basadas en la naturaleza y en la infraestru­ctura verde.

“Realizamos propuestas, estrategia­s, planes y proyectos que propicien un mejor balance hídrico, es decir que no se explote más del agua de la que se puede recargar de manera natural”, dijo Eduardo Vázquez.

“Todos debemos tomar decisiones que respeten y entiendan las dinámicas naturales, porque de lo contrario podemos enfrentar problemas mucho más graves que la propia falta de agua”

EDUARDO VÁZQUEZ AGUA CAPITAL

Por ello, se han puesto en práctica proyectos basados en la gestión del agua en las ciudades por medio de la captación de aguas pluviales, una estrategia que mata dos pájaros de un tiro: aprovecha mejor el agua y evita inundacion­es.

HACER UN CAMBIO EN CASA

Muchas veces se piensa que las acciones que se lleven a cabo en casa no tienen repercusió­n en las problemáti­cas mundiales, pero la crisis de agua es un fenómeno que sí se puede combatir desde la acción individual.

Es primordial cuidar los ecosistema­s y no irrumpir en las áreas naturales con acciones que transgreda­n el ciclo de vida de sus especies.

“Todos debemos tomar decisiones consciente­s que respeten y entiendan las dinámicas naturales, porque de lo contrario podemos enfrentar problemas mucho más graves que la propia falta de agua”, agregó Vázquez.

También involucrar­se en las soluciones contra las problemáti­cas ambientale­s y cambio climático contribuye a que la población tenga un mejor entendimie­nto de las problemáti­cas de su entorno.

Asimismo, se pueden adoptar principios de la economía circular del agua, es decir; reducir, reusar, reciclar, restaurar y recuperar, lo que supone un uso más eficiente de la misma.

Los grandes cambios no surgen dentro de las empresas, gobiernos o institucio­nes académicas, se generan a partir de las acciones de cada individuo.

“En tiempos de incertidum­bre climática es difícil prever el alcance de sus efectos, por lo que ser ciudadanos informados con datos reales y claros, logrará que crisis como la falta de agua cesen”, puntualizó Eduardo Vázquez.

 ?? ?? 26 mil
kilómetros de tuberías hay en la República Mexicana, pero en mucho
26 mil kilómetros de tuberías hay en la República Mexicana, pero en mucho
 ?? GABRIELA PÉREZ/GABRIELA PÉREZ ?? Monterrey es una de las ciudades del país donde esta situación se ha recrudecid­o
GABRIELA PÉREZ/GABRIELA PÉREZ Monterrey es una de las ciudades del país donde esta situación se ha recrudecid­o
 ?? GABRIELA PÉREZ/CUARTOSCUR­O ?? os casos ya rebasaron su vida útil hace más de 50 años, lo que provoca grandes fugas
GABRIELA PÉREZ/CUARTOSCUR­O os casos ya rebasaron su vida útil hace más de 50 años, lo que provoca grandes fugas

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico