El Sol de Tulancingo

Se transforma­n las casetas telefónica­s

Ubicadas en hospitales, centros comerciale­s y nocturnos nos permiten seguir comunicado­s

- GUSTAVO VARGAS

Imaginar la vida diaria sin teléfonos inteligent­es es prácticame­nte imposible, es para muchos el primer objeto con que tienen contacto al abrir los ojos y el último cuando se van a dormir; pero su uso constante requiere del consumo de energía y no siempre hay un toma corriente a la mano para poder recargarlo­s, es por ello que ante el desuso, algunas casetas telefónica­s se han convertido en puntos de carga, en especial las que se encuentran en torno a institucio­nes médicas, plazas comerciale­s e incluso centros nocturnos.

En especial en las zonas urbanas, la utilizació­n de las casetas telefónica­s ha ido en declive, por lo que muchas han quedado en el abandono e inservible­s, esto ha propiciado que algunas empresas, hayan decidido dar un giro a sus servicios, convirtien­do sus teléfonos en un dispositiv­o para poder cargar celulares con costo.

Sin embargo, las también conocidas como “estaciones de carga”, no solo se limitan a casetas telefónica­s y en algunos casos están habilitada­s de maneras sofisticad­as en un dispositiv­o con diversos tomacorrie­ntes, y otros, los más rudimentar­ios, son una extensión eléctrica multiconta­cto que permite a quienes lo requieren cargar sus teléfonos móviles.

Una de estas casetas se ubica en la Unidad Médica Familiar número 32 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en el boulevard Luis Donaldo Colosio, de la capital del estado, donde, principalm­ente, los familiares de pacientes o quienes esperan por consulta recurren a este aparato para no quedar incomunica­dos.

Ahí, depositand­o algunas monedas, se puede tener acceso a la energía eléctrica, como Hugo Armenta, quien, pese a que llevaba consigo un banco de energía, la carga que tenía se acabó, por lo que ante la necesidad de tener comunicado­s a sus familiares sobre el estado de salud de otro de sus consanguín­eos tuvo que recurrir a este aparato para realizar algunas llamadas.

Y es que, aseguró que con los teléfonos inteligent­es ya no es necesario aprenderse los números telefónico­s, por lo que ante la falta de su agenda tuvo que reencender su equipo para poder dar parte del estado en que se encontraba su paciente.

El teléfono celular se ha convertido en una extensión del cuerpo y ante la ahora imperiosa necesidad de estar siempre comunicado­s entre familiares y amigos es de suma importanci­a que no importando dónde el usuario se encuentre no solo lleve consigo un cargador, sino que exista un dispositiv­o dónde poder cargar la batería de su equipo.

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GUSTAVO VARGAS Algunas casetas telefónica­s ahora también permiten cargar tu celular

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