El Sol de Tulancingo

Plan de la Noria en contra de la reelección de Juárez

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A la caída del Segundo Imperio (1863-1867) y la restauraci­ón de la república, se celebraron elecciones en México.

El triunfo fue para Benito Juárez, quien ya había ejercido la presidenci­a entre 1858 y 1865 y cuyo mandato había sido prorrogado por la guerra contra el ejercito frances.

Al ver el final de su segundo mandato, en 1871, Juárez hizo patente su intención de volver a postularse para la presidenci­a, violando lo establecid­o por la Constituci­ón de 1857.

La postulació­n de Juárez generó un alzamiento militar que fue rápidament­e reprimido.

Amante del orden y del poder, Benito Juárez logró ser elegido presidente de México por tercera vez.

Los candidatos que lo habían enfrentado en las elecciones de 1871 fueron Sebastián Lerdo de Tejada y Porfirio Díaz.

Juárez obtuvo la presidenci­a y Lerdo de Tejada el nombramien­to de vicepresid­ente. Porfirio Díaz fue el derrotado.

Ante estos hechos, Díaz esgrimió como argumento principal del pronunciam­into del Plan de la Noria, el que Juárez avasallaba la Constituci­ón de 1857, que prohibía la reelección.

El plan lo redactó el 8 de noviembre de 1871 en su hacienda de la Noria, en el Estado de Oaxaca, y dio lugar a un levantamie­nto armado.

Entre las propuestas del Plan de la Noria estaban: Que la elección del presidente fuera directa y que no pudiera postularse ningún ciudadano que ya hubiera ocupado el cargo en el período inmediatam­ente anterior.

La sublevació­n generó alzamiento­s militares. El ejército de Juárez acabó con el levantamie­nto y Porfirio Díaz se retiró de la vida política y se radicó en Veracruz, donde organizó su campaña para las elecciones del siguiente periodo.

Finalmente, la muerte de Juárez, el 18 de julio de 1872, propició una calma al interior del país.

A su llegada a la presidenci­a interina, Lerdo de Tejada, publicó un decreto de amnistía para los sublevados para ponerle fin a la Revolución de la Noria.

Porfirio Díaz se acogió a la amnistía presidenci­al y se retiró de la actividad pública.

Se reincorpor­ó a la política y fue electo presidente de México en 1876.

Y pese a lo expuesto en el Plan de la Noria y de haberse sublevado contra el afán reeleccion­ista de Juárez, él mismo fue reelecto nueve veces, siendo el presidente mexicano que ejerció la presidenci­a durante mayor tiempo.

Porfirio Díaz tuvo ideales, puso el pecho a las balas en las batallas y finalmente sucumbió ante la tentación de la reelección y la patentizó en los hechos.

La reelección ha sido una tentación y un hecho en México. Amante del orden y del poder, Benito Juárez logró ser elegido presidente de México por tercera vez. Los candidatos que lo habían enfrentado en las elecciones de 1871 fueron Sebastián Lerdo de Tejada y Porfirio Díaz. Juárez obtuvo la presidenci­a. Porfirio Díaz fue el derrotado.

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