Historias de éxito en la pantalla grande
Astrid Rondero y Fernanda Valadez han demostrado su talento a través de dos filmes durante el FICM
MORELIA. El Festival de Morelia cumple 20 años y a partir de hoy, cada semana compartiremos 20 voces de mujeres que han enriquecido el encuentro.
Desde su irrupción en el cine mexicano con el largometraje Los días más oscuros de nosotras (2017), la mancuerna compuesta por Astrid Rondero y Fernanda Valadez demostró que se trata de voces realmente frescas, con una personalidad propia que les valió nominaciones al Ariel y cuatro premios en el Santo Domingo Outfest.
conversó con ellas como parte del compendio 20 Años 20 Mujeres, en el marco de los primeros 20 años del Festival Internacional de Cine de Morelia (FICM), una charla donde además nos adelantan sus nuevos proyectos.
Al preguntarles cómo nació su interés por el séptimo arte, la primera en tomar la voz es Astrid, quien refiere que la vena artística es de familia, pues su abuela era concertista y su abuelo un gran fanático del cine negro norteamericano, algo que le transmitieron desde su niñez.
En cambio, Fernanda nació en Guanajuato, donde no había salas de cine, si acaso algún club que se abría de vez en cuando. “Eso me hizo amarlo más, porque la experiencia de ir a una sala a León o Irapuato era incomparable, pero al mismo tiempo, por ser tan complicado, tomé la decisión de moverme a la Ciudad de México para aplicar y estudiar en las escuelas”, comparte.
Aquel mito de la rivalidad entre las dos academias más importantes en México (CCC y CUEC) quedó hecho trizas cuando ambas se complementaron siendo parte de una y otra institución. En ese camino se conocieron y comenzaron a gestar el trabajo en conjunto. “Cuando conocí a Fernanda
ASTRID RONDERO CINEASTA “El FICM no se ha dejado deslumbrar con otras cinematografías”
Son autoras de los filmes Los días más oscuros de nosotras y Sin señas particulares, con los que han recibido varios premios
sentí que era la pieza que faltaba en mi comprensión del cine, como estudiante del CUEC nos habían enseñado a picar piedra, hacer todos los puestos antes de poder dirigir, una visión muy de trabajador de industria”, subraya Astrid, y agrega que su compañera tenía una visión más madura y de inmediato ambas lograron acoplarse.
LA AVENTURA DE HACER CINE
Quienes han acudido a las conferencias en festivales de cine como el de Morelia, han escuchado todo el esfuerzo que implica terminar una película, los años de espera, las innumerables gestiones para aplicar a los fondos económicos y el titánico esfuerzo para la distribución.
¿Cómo hacen para no rendirse?, les preguntamos. Astrid asegura que ellas disfrutan la aventura de hacer cine, “es la parte que más nos emociona, hacemos cosas que en nuestra vida real jamás haríamos, como estar en lugares rarísimos, preocupándonos por temas que de otra manera no nos interesarían”.
Valadez complementa: “En eso compartimos la pasión y el amor al hacer los proyectos; algo que compartimos de manera profunda es que el mayor entusiasmo viene de hacer las películas y no tanto de verlas terminadas, es decir, por supuesto hay que terminarlas, pero la parte gozosa es cuando uno las escribe, las va planeando, las filma, las edita, con todo y que es bastante doloroso por momentos”.
Sobre los 20 años del FICM, Astrid señala: “Es un festival que ha crecido de manera constante, siempre fiel a la idea de que el foco es el cine mexicano y no se ha dejado deslumbrar con otras cinematografías, sino que ha sido semillero de un montón de equipos de trabajo y cosas relacionadas a la formación”. La nueva película que ya se cuece a su propio ritmo es Sujo, que esperan estrenar en 2024.