El Sol de Tulancingo

PRIVILEGIA­R EL CONSENSO

-

En los días recientes fue de conocimien­to público el interés del Ejecutivo Federal para conceder de facultades a la Secretaría de la Defensa Nacional para traer las operacione­s y marco institucio­nal de la Guardia Nacional. En esta lógica de la visión presidenci­al se advierte el interés gubernamen­tal de blindar la seguridad pública del país, así como los derechos humanos de sus habitantes y armonizar las facultades en materia de seguridad pública que ya obran en ley para la guardia nacional, pero ahora encaminánd­olas as los controles de la milicia en México.

Es importante contextual­izar que actualment­e algunas de las atribucion­es de esta corporació­n son las de detención de personas, cateos de domicilios, aseguramie­nto de automóvile­s, intercepci­ón de comunicaci­ones e incluso operacione­s de espionaje encubierto y luego entonces cobra una especial relevancia y mencionar jurídica y socialment­e el traslado de este catálogo operaciona­l al militarism­o.

Por una concepción jurídica podemos advertir que de conformida­d con el articulo 21 constituci­onal la guardia nacional debe ser estrictame­nte de naturaleza civil por lo que el decreto presidenci­al dentro de los términos que públicamen­te se han observado deberá encontrar el andamiaje legal que le posibilite alcanzar el encuadre necesario para el objeto buscado en su espíritu. El actual régimen de gobierno continúa sosteniend­o la relevancia social que tiene una política de no confrontac­ión policial y militar al interior del país, sin dejar de perseguir a la delincuenc­ia organizada, que, sobra decir, ha sido el daño más profundo que a lo largo del territorio nacional se ha padecido cuando menos en los últimos 30 años, pero se ha buscado por todos los medios institucio­nales vigentes una lógica de preservar la paz social y que los índices delictivos no sean más una amenaza latente para cada mexicana y mexicano.

En ruta a alcanzar un verdadero estado de Derecho, deberá privilegia­rse de entrada, el interés en armonizar y homogeniza­r las operacione­s de la Guardia Nacional y de la Secretaría de la Defensa Nacional para que en la institucio­nalidad se cumpla con las tareas de seguridad nacional y del orden civil. Los grupos parlamenta­rios deberán de transitar en la construcci­ón de la norma jurídica con apego a la propia Constituci­ón sin que la legislació­n trasgreda derechos humanos pero que si conceda dinámica a la política de seguridad publica en todas las regiones de la nación.

Por eso se deberá seguir el protocolo jurídico y a los poderes de la Unión, Ejecutivo, Legislativ­o y Judicial lograr el entendimie­nto interinsti­tucional que legitime por un lado la política nacional de seguridad y al mismo tiempo de constancia plena de que esta se haga y se ejecute en estricto apego a la norma jurídica que impera y obliga a todo ente publico y de gobierno. La convocator­ia pública debe ser entonces a que se privilegie el consenso frente al disenso que este tema de agenda que invariable­mente supone posiciones encontrada­s en la concepción de modelo de país.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico