El trumpismo gana el Partido Republicano
WASHINGTON. La derrota de Liz Cheney ante una firme partidaria de Donald Trump en elecciones primarias en EU subraya el cambio dramático de un Partido Republicano que, con el expresidente, se aleja del conservadurismo tradicional para convertirse en una formación política centrada en un líder.
El fracaso de Cheney en Wyoming, no sólo pone fin a su esperanza de un cuarto periodo en la Cámara de Representantes en las elecciones intermedias de noviembre, sino que también señala el fuerte rechazo de los votantes republicanos a la línea anti-Trump.
Cheney, hija de Dick Cheney, exvicepresidente de George Bush hijo, se alineó con Trump cuando era presidente en 93 por ciento de sus votos en la Cámara. Pero se atrevió a criticarlo abiertamente en un movimiento cada vez menos abierto a la disidencia.
Muchos presidentes republicanos, desde Ronald Reagan hasta Bush hijo, tuvieron oposición interna. Pero los debates sobre las personas rara vez eclipsaron las orientaciones fundamentales del partido: impuestos más bajos, libre comercio, un poder federal débil y fuerzas de seguridad poderosas. Hoy el “Grand Old Party”, o GOP, está unido en torno a un hombre que tiene poca consideración por esos códigos.
“Es un partido que se perdió y ahora ha encontrado su camino. Pero es un camino aterrador”, dijo Aron Solomon, de la agencia de marketing Esquire Digital.
Si la doctrina bautizada como “Reaganomics” se convirtió en una clara referencia al neoliberalismo, la ideología del “trumpismo” es más difícil de precisar más allá de un populismo teñido de nacionalismo.