Cruz Azul La corrupción
Es la podredumbre que pretende cubrirlo todo, se encuentra en todos los espacios, el sistema corrupto llegó a los equipos de futbol.
La RAE señala, entre varias acepciones, que corromper es dañar, depravar, echar a perder y eso es lo que han hecho la directiva, el cuerpo técnico y la mediocridad de muchos jugadores. El desmantelamiento del equipo y los mal llamados refuerzos, son la muestra de que en el club pudo más la mezquindad y la avaricia que el amor a la camiseta; hoy, del equipo campeón no quedan más que unos cuantos jugadores, y el proceso de desmantelamiento concluyó con la salida de Santi Giménez. Todo lo anterior se reflejó con el 7–0 contra el adversario histórico que es el América, que es no sólo una gran tristeza para los aficionados, sino también una desvergüenza de los corruptores.
Esto es una total falta de respeto a la afición, a quienes nos consideran como unos compraplayeras y no como alguien que le tiene cariño a un equipo y a una institución. Las decisiones después del campeonato no se explican más que a través de poner intereses personales de agentes, promotores y otras rémoras, arriba de los del club.
La transformación de la vida pública debe llegar al deporte, particularmente al futbol.
Aunque sean empresas privadas viven del público, y el público merece un respeto; por lo que, si algo de dignidad les queda a los directivos, cuerpo técnico y jugadores, deben reflexionar su renuncia, e iniciar un proceso de combate a la corrupción y transparencia en la toma de decisiones en el cual se justifiquen los cambios y las contrataciones.
La labor social en el futbol es destacable por empresas como Televisa, AT&T, GNP y otras; sin embargo, los equipos han abandonado toda conciencia social o popular, ¿cuándo fue la última vez que un jugador profesional de primera división se paró en una escuela sin querer cobrar algo? Los equipos, en especial el Cruz Azul, han mostrado una gran indiferencia hacia sus aficionados, ya no hay ídolos porque no hay atención hacia las niñas y niños, ojalá entendieran que un equipo es tan fuerte como su afición. ¿Qué niño le va a ir al Cruz Azul después de esta sinfonía de mediocridad?
Si algo define al Cruz Azul hoy es la abulia: la falta de voluntad y de energía. El futbol está en camino de ser un deporte carente de valores, de trabajo en equipo y de identidad, cada vez más está perdiendo su espíritu y su alma, priorizando las utilidades, por eso es fundamental reforzar la ética. Ninguno de los jugadores actuales debería entrar al campo si no están dispuestos a besar el escudo de la playera. Es mejor perder con nuestros canteranos que seguir apostando a esos bultos que quitan oportunidades a nuestros jóvenes promesas gracias a la avaricia de los promotores. Es necesario designar a un ombudsman que represente a la afición, además de explicar a detalle este proceso de desmantelamiento.
Si la corrupción llegó al Cruz Azul es momento de que el compromiso y el amor a la camiseta la saquen. Después de recibir 16 goles en 4 partidos, esta directiva pasará a la historia no solo como la peor de todos los tiempos, sino también como los que pudrieron, corrompieron y echaron a perder una institución tan querida como es el Cruz Azul. La ética, el pensamiento social y comunitario deben ser parte de nuestra cultura en todos los aspectos, incluyendo por supuesto, el futbol.