Fuerza del narco es “cuasimilitar”
La capacidad logística, económica y armamentista del crimen es amenaza para la gobernabilidad
CDMX. El crimen organizado se ha convertido en una fuerza “cuasimilitar” que usa la violencia contra la población y las instituciones públicas, reconoció el Ejecutivo federal en la iniciativa que envió al Congreso de la Unión que busca traspasar el control operativo y administrativo de la Guardia Nacional (GN) a la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena).
“El riesgo que enfrentamos es sumamente delicado para el Estado mexicano, ya que el crimen organizado en nuestro país se ha convertido en una fuerza 'cuasimilitar' que usa la violencia en contra de la población y de las instituciones públicas”, sostiene la iniciativa enviada por el presidente Andrés Manuel López Obrador al Congreso para justificar la militarización de la GN.
El documento –firmado por el jefe del Ejecutivo– agrega que los grupos de la delincuencia organizada “desbaratan las buenas obras de la sociedad civil, son poderosos y representan intereses arraigados y el peso de una empresa mundial de miles de millones de dólares; pero no son invencibles”.
La justificación dista de su habitual discurso de “Abrazos, no balazos” o “No combatir el mal con mal”
Hasta el miércoles, López Obrador jamás había mencionado el poderío del narcotráfico y otros grupos criminales como argumento para justificar la militarización del cuerpo de seguridad creado en su administración, y que constitucionalmente se había concebido como una institución de carácter civil.
La justificación de su iniciativa dista de sus habituales discursos de “abrazos, no balazos”, “no combatir el mal con mal”, así como de otros comentarios que ha externado al respecto. El 16 de febrero de 2020, el tabasqueño señaló que “los delincuentes son seres humanos que merecen nuestro respeto y el uso de la fuerza tiene límites, básicamente es para la legítima defensa”.
Apenas el pasado 12 de mayo, López Obrador indicó que su gobierno también tenía que proteger la vida de los criminales. “¿Cómo vamos a estar a favor de la ley del Talión, del que a hierro mata a hierro muere, y el diente por diente y el ojo por ojo?”, cuestionó.
Incluso, ante eventos como los ocurridos a mediados de agosto en Jalisco, Guanajuato, Chihuahua y Baja California –con la quema de negocios y ataques a la población civil–, el Presidente minimizó los hechos, negó que hubiera ingobernabilidad y acusó a sus opositores de crear un ambiente de miedo.
“No hay ningún problema mayor… Aquí son dos cosas, la realidad y la percepción. ¿Y qué cosa es lo que manejan los medios informativos del conservadurismo? Pues la percepción, crear un ambiente de miedo, de temor: ‘¡Qué barbaridad! ¡Es ingobernable el país!’ No es cierto”, dijo el 15 de agosto.
Frente al discurso de sus conferencias mañaneras, la iniciativa presidencial enviada el miércoles a la Cámara de Diputados sostiene que “la complejidad, diversificación y gravedad del crimen organizado que opera en México, sumadas a su capacidad logística y económica, dispersión geográfica y disponibilidad de armamento de alto calibre, constituyen amenazas actuales y latentes para la paz, la seguridad y el desarrollo de las comunidades, la vigencia de los derechos humanos y la gobernabilidad democrática”.
INICIATIVA DE REFORMA “El riesgo que enfrentamos es sumamente delicado para el Estado mexicano, ya que el crimen organizado en nuestro país se ha convertido en una fuerza 'cuasimilitar'”