Transformación de la vida penitenciaria
Para entender el presente hay que conocer el pasado. En este sentido, vienen a la mente las “Cápsulas del tiempo” y sus contenidos que suministran evidencias, huellas, rasgos, reflejos de la sociedad, espacios y momentos que tocó vivir.
Por ejemplo, visualicemos desde una “cápsula” (sin fecha) un hecho limitante de la reinserción social del pasado ya superado. Refiere un caso de violencia física registrada supuestamente en la Penitenciaria de Lecumberri (1900–1977). Fuente: La negra historia de Lecumberri, Aldo Coletti.
“… Una noche, el director de la penitenciaria [con antecedentes de practicar la violencia] supervisaba la disciplina de la crujía donde se hallaba incomunicado un recluso [por homicidio a otro interno].
[El interno] se dirige al director: -Oiga [apellido del director].
¿Me hablas? ¿Qué se te ofrece? ¿Sabe? En la crujía “A” […] un muchacho me debe 200 pesos y necesito comprar algunas cosas.
Pero tú no puedes ir ahí.
Bueno que vaya alguien…
Lo siento, […, ahora sí le dieron machetazo a caballo de espadas, …] y suelta una carcajada.
Váyase al diablo.
¡Ah! Conque esa tenemos, a la noche te van a sacar para darte una calentadita. No, no, porque lloro…
Ahora lo vas a ver”.
Por espacio y “protocolos” reservemos lo sucedido y los nombres, sin embargo, la fuente cita que en la madrugada se materializaron los hechos de violencia física con consecuencias en el interno y los celadores.
Continuemos… alrededor de las cinco de la mañana, se presenta el director en la crujía y le grita “[nombre del interno] ¡ya párate! [palabra soez…]
El interno responde…Usted [… palabra soez]
¡Ah! ¿quieres otra calentadita?”Los hechos de violencia física se repitieron.
Con base en lo precedente, reflexionemos para la prevención y mejora continua. En la convivencia, el potencial de riesgos en detonantes de la violencia por un “quítame allá esas pajas”; ¿Victimario - Víctima? Los 200 pesos, a precios actuales ¿Cuánto? ¿El motivo del adeudo?;
Derechos y Obligaciones de las personas privadas de su libertad (PPL) y del personal penitenciario: la dignidad; los protocolos, etc. Sin duda, puntos clave para acotar la violencia en todas sus manifestaciones y favorecer la reinserción social.
En nuestros días, las oportunidades del cambio planeado motivan a “interpretar” el pensamiento de Heráclito (c. 500 a.C ) y comprender … “ni nosotros ni el río somos los mismos”.
Por ejemplo, el Programa Sectorial de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana 2020 – 2024 en el Objetivo 3:
“Impulsar la reinserción social de las personas privadas de la libertad en centros penitenciarios con enfoque de respeto a los derechos humanos, inclusión y perspectiva de género, diferenciada e intercultural, constituye la respuesta a los desafíos que enfrenta el sistema penitenciario del país, tal como lo señala el Diagnóstico Nacional de Supervisión Penitenciaria 2018 de la CNDH […]”.
Para concluir regresemos a los días de Lecumberri. En el devenir la primera fuga en México por un túnel, meses después un joven abogado, el doctor Sergio García Ramírez, durante la noche del 26 de agosto de 1977 escuchó del jefe de vigilancia el informe de parte: “sin novedad, ya no hay más reclusos”, habían sido trasladados… ese día fue el fin de Lecumberri.
Nuestro reconocimiento al doctor Sergio García Ramírez por sus aportaciones procedentes de la praxis y teoría, también, a las y los penalistas, penitenciaristas, criminólogos, familias, escritores, periodistas, medios y demás que han contribuido al tema.
El doctor Sergio García Ramírez, durante la noche del 26 de agosto de 1977 escuchó del jefe de vigilancia el informe de parte: “sin novedad, ya no hay más reclusos”.