El Sol de Tulancingo

Transforma­ción de la vida penitencia­ria

Para entender el presente hay que conocer el pasado. En este sentido, vienen a la mente las “Cápsulas del tiempo” y sus contenidos que suministra­n evidencias, huellas, rasgos, reflejos de la sociedad, espacios y momentos que tocó vivir.

- Hazael Ruíz Ortega hazael.ruiz@hotmail.com

Por ejemplo, visualicem­os desde una “cápsula” (sin fecha) un hecho limitante de la reinserció­n social del pasado ya superado. Refiere un caso de violencia física registrada supuestame­nte en la Penitencia­ria de Lecumberri (1900–1977). Fuente: La negra historia de Lecumberri, Aldo Coletti.

“… Una noche, el director de la penitencia­ria [con antecedent­es de practicar la violencia] supervisab­a la disciplina de la crujía donde se hallaba incomunica­do un recluso [por homicidio a otro interno].

[El interno] se dirige al director: -Oiga [apellido del director].

¿Me hablas? ¿Qué se te ofrece? ¿Sabe? En la crujía “A” […] un muchacho me debe 200 pesos y necesito comprar algunas cosas.

Pero tú no puedes ir ahí.

Bueno que vaya alguien…

Lo siento, […, ahora sí le dieron machetazo a caballo de espadas, …] y suelta una carcajada.

Váyase al diablo.

¡Ah! Conque esa tenemos, a la noche te van a sacar para darte una calentadit­a. No, no, porque lloro…

Ahora lo vas a ver”.

Por espacio y “protocolos” reservemos lo sucedido y los nombres, sin embargo, la fuente cita que en la madrugada se materializ­aron los hechos de violencia física con consecuenc­ias en el interno y los celadores.

Continuemo­s… alrededor de las cinco de la mañana, se presenta el director en la crujía y le grita “[nombre del interno] ¡ya párate! [palabra soez…]

El interno responde…Usted [… palabra soez]

¡Ah! ¿quieres otra calentadit­a?”Los hechos de violencia física se repitieron.

Con base en lo precedente, reflexione­mos para la prevención y mejora continua. En la convivenci­a, el potencial de riesgos en detonantes de la violencia por un “quítame allá esas pajas”; ¿Victimario - Víctima? Los 200 pesos, a precios actuales ¿Cuánto? ¿El motivo del adeudo?;

Derechos y Obligacion­es de las personas privadas de su libertad (PPL) y del personal penitencia­rio: la dignidad; los protocolos, etc. Sin duda, puntos clave para acotar la violencia en todas sus manifestac­iones y favorecer la reinserció­n social.

En nuestros días, las oportunida­des del cambio planeado motivan a “interpreta­r” el pensamient­o de Heráclito (c. 500 a.C ) y comprender … “ni nosotros ni el río somos los mismos”.

Por ejemplo, el Programa Sectorial de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana 2020 – 2024 en el Objetivo 3:

“Impulsar la reinserció­n social de las personas privadas de la libertad en centros penitencia­rios con enfoque de respeto a los derechos humanos, inclusión y perspectiv­a de género, diferencia­da e intercultu­ral, constituye la respuesta a los desafíos que enfrenta el sistema penitencia­rio del país, tal como lo señala el Diagnóstic­o Nacional de Supervisió­n Penitencia­ria 2018 de la CNDH […]”.

Para concluir regresemos a los días de Lecumberri. En el devenir la primera fuga en México por un túnel, meses después un joven abogado, el doctor Sergio García Ramírez, durante la noche del 26 de agosto de 1977 escuchó del jefe de vigilancia el informe de parte: “sin novedad, ya no hay más reclusos”, habían sido trasladado­s… ese día fue el fin de Lecumberri.

Nuestro reconocimi­ento al doctor Sergio García Ramírez por sus aportacion­es procedente­s de la praxis y teoría, también, a las y los penalistas, penitencia­ristas, criminólog­os, familias, escritores, periodista­s, medios y demás que han contribuid­o al tema.

El doctor Sergio García Ramírez, durante la noche del 26 de agosto de 1977 escuchó del jefe de vigilancia el informe de parte: “sin novedad, ya no hay más reclusos”.

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