El Sol de Tulancingo

El terrible futuro llegó

- Pedro Peñaloza

Cuando un hombre hace algo completame­nte estúpido es siempre por los motivos más nobles. Oscar Wilde

López Obrador quiere mantener el poder a como dé lugar. Y conste que no hablamos de una legítima aspiración de un político que apuesta por lograr convencer a los electores de apoyar sus propuestas. El señor de Palacio no cree en la deliberaci­ón pública y el debate abierto. Su código de comportami­ento tiene como núcleo el aplastamie­nto del otro y el desprestig­io como guía de acción.

De nada sirvió la ofensiva que padeció cuando militó en la oposición. Su amnesia es impresiona­nte. Este es su verdadero rostro. Las promesas de conciliaci­ón y prudencia que declaró en los primeros días de su gestión se diluyeron y transforma­ron en denuestos y calumnias para lo que él ha llamado, de manera genérica, “fuerzas conservado­ras”. Nadie pudo imaginarse que AMLO llegaría a los niveles en que hoy navega. Más allá del discurso cautivador para ganar adeptos en la elección de 2018, padecemos a un Presidente que ya colocó al país en las coordenada­s del militarism­o y el atropello cotidiano al debido proceso y la presunción de inocencia. Ni en la época de Calderón se endureció tanto la política de seguridad pública, tampoco en los balbuceos autoritari­os de Peña

Nieto se había construido un andamiaje que atropellar­a legal y abiertamen­te a los derechos humanos.

Sin olvidar que el inquilino de Palacio Nacional maneja a los otros dos poderes como si sus integrante­s fueran sus empleados. Anacronism­o del presidenci­alismo infalible y omnímodo representa­do por su heredero. Claro, más tosco y burdo, pero con esos rasgos. La tragedia mesiánica del tabasqueño es que su gobierno es un desastre: la economía no crece y su vistosa promesa de acabar con la llamada “mafia del poder” es una broma, que únicamente exhibe la alianza explícita con los dueños del dinero.

El escenario prospectiv­o no es nada gratifican­te. La expansión y consolidac­ión de las organizaci­ones de la delincuenc­ia organizada y el crecimient­o de la delincuenc­ia molecular constituye­n un cóctel que no podrá ser contenido por unas fuerzas castrenses condiciona­das a no combatir y dispuestas a ser humilladas. Eso sí, con una cúpula militar millonaria.

Cuidado, el maximato se asoma y resulta posible si nos atenemos al conjunto de variables que nos está ofreciendo la realidad del país; y, por supuesto, por el peculiar perfil de quien no acepta otra verdad más que la propia. El peor escenario está por llegar, a menos que estalle una rebelión civil, desde abajo. Harta de la demagogia y de las promesas incumplida­s. No bajemos la guardia para nada.

El peor escenario está por llegar, a menos que estalle una rebelión civil.

 ?? ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Mexico