Carteros, entre canes y recibos de deudas
Evadiendo perros, entregando malas noticias de cobros y hasta los paquetes que envían desde el Centro de Readaptación Social (Cereso) a familiares, los carteros se mantienen en el trabajo.
Josué Pérez López está a punto de cumplir 31 años de servicio como cartero y calcula que lleva a los hogares unas cien cartas o paquetes que albergan temas personales; no obstante, en la actualidad la gente ya no tenga las mismas atenciones con las personas encargadas del servicio postal.
Antes “hasta nos apoyaban a tener sus perros dentro de casa, como les llevamos cobros pues ya no quieren que les llevemos cobros... Se molestan, pero luego nos espantamos” bromeó.
Sin embargo, uno de los obstáculos más frecuentes para realizar su trabajo de forma puntual es la estancia de perros o animales de compañía cerca de los buzones, ya que son un impedimento para entregar paquetes y cartas, narró.
De no hacer la entrega del servicio postal de los paquetes o cartas regresan a oficinas centrales, generando al usuario de recoger su correspondencia de forma física, lo que pocas veces sucede dijo Pérez López.
A pesar de que el envío de cartas ha disminuido de forma considerable aún existen personas que utilizan el servicio de cartas.
“Todavía hay gente que envía cartas... demasiado ha disminuido porque con eso del internet ya mejor prefieren mandarse mensaje” lamentó.
Agregó que uno de los factores para que las personas ya no reciban con emoción el correo postal es que la mayoría de su correspondencia son pagos de tarjetas de crédito, luz, teléfono, cobranzas, estados de cuenta y papeleo y trámites similares.
20 CARTEROS hay actualmente en el centro de servicio postal de Avenida Juárez Pachuca